A falta de personalidades en el balcón del Ayuntamiento, el frío fue el protagonista de la "mascletà" de ayer, calentada únicamente y con éxito por la pirotecnia Zarzoso de Castelló. La alcaldesa, Rita Barberá, la vivió por segundo día consecutivo en la calle, tan cerca del fuego que se quemó el abrigo. Un pequeño agujero en la espalda lo atestiguaba.

En general, la de ayer fue una "mascletà" extraña. El frío acompañó a los pirotécnicos en su montaje y la lluvia amenazó hasta el último momento, pero finalmente pudo dispararse, eso sí, con menos asistencia de público que en días anteriores.

La encargada del disparo fue la pirotecnia Zarzoso, de Altura, Castelló, que alternó el encendido manual con el digital. Y le salió bien. Comenzó con fuego a varias alturas y ensayando distintos compases en las explosiones. Le siguió un largo terremoto a mitad de disparo y terminó con una secuencia digital en aceleración que sorprendió incluso a los más exigentes. Su éxito fue reconocido por el público y por la alcaldesa de Valencia, que luego acompañó al pirotécnico, Paulino Zarzoso, y a sus colaboradores hasta el balcón municipal.

Y es que Rita Barberá optó ayer, por segundo día consecutivo, por bajar del balcón y mezclarse con la gente. Si el martes se hizo acompañar del arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ayer lo hizo en compañía de la fallera mayor, Laura Caballero, y la infantil, Carmen Monzonís, además del concejal de Fiestas, Félix Crespo. La alcaldesa aprovechó el momento para saludar también a los minusválidos que ocupan el espacio reservado para ellos y terminó con el abrigo quemado por una pavesa.

En el balcón estuvieron los diputados Antonio Such y Carlota Navarro; el general de brigada José Luis Antolín García, y la actriz Paloma Vidal, conocida por su participación en la popular serie Alquería Blanca. También estuvo el alcalde de Altura, Rafael Rubio y las falleras de Alberique, Oliva, Denia y Benetusser.