«En sus comienzos se dice que eran muy duros, que ahora se han ´refinado´, que si muchos de ellos habían sido pandilleros... Como suele ocurrir con toda persona o institución que esté en candelero, de la Brigada 26 se han dicho muchas cosas; unas, ciertas, y otras, no; se les ha criticado, insultado; se les ha mitificado también, pero lo que nadie ha hecho nunca ha sido discutir su efectividad y utilidad a la hora de conservar el orden nocturno en Valencia...» Así presentaba el periodista Francisco Grau a la Sección 26 en un reportaje publicado en Levante el domingo 28 de agosto de 1977 tras salir a patrullar la ciudad durante dos noches en un coche de una sección cuyo objetivo, según contaba entonces el subcabo Berezo era «que los ciudadanos puedan dormir tranquilos mientras nosotros patrullamos». El agente no se mordía la lengua al asegurar que «el principal problema» de la sección «es la falta de medios». Así el periodista explica que en el cuartel de La 26, en los sótanos del Mercado Central, los policías «bromean mucho con el paralelismo que la gente ha establecido entre ellos y los populares ´Hombres de Harrelson´. La diferencia de medios entre unos y otros es abismal y ellos se lamentan del abandono en que los tiene el ayuntamiento», que entonces presidía Miguel Ramón Izquierdo.