El Ayuntamiento de Valencia pedirá 62,4 millones de euros al Instituto de Crédito Oficial (ICO) para hacer frente a las deudas con sus proveedores. Con ese dinero se pagarán todas las facturas atrasadas hasta el 30 de abril de 2011, aunque, como todo crédito, tiene su parte mala y es que habrá de devolverse en tres años con 8 millones de euros en intereses, según explicó ayer el concejal de Hacienda Silvestre Senent. Para la oposición, este préstamo pone de manifiesto que el Ayuntamiento mentía cuando decía que estaba al corriente de los pagos.

Esta línea de créditos ICO fue aprobada por el Gobierno en julio de este año con el fin de facilitar a las administraciones locales el pago a sus proveedores, uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los autónomos y las pequeñas empresas. Ya desde el principio Silvestre Senent mostró su intención de acogerse a la medida y antes de que finalice el plazo ha solicitado el máximo que les está permitido, que es el 25% de la Participación en los Ingresos del Estado (PIE), de donde se descontarán los plazos correspondientes. Según explicó Senent, el interés del crédito es del 6,5% y habrá de devolverse en tres años, a razón de 20 millones por año y un total de ocho millones de euros en intereses.

De estos 62 millones de crédito, explicó el concejal de Hacienda, 31,5 serán para pagar las facturas de la cuenta 413, que son las facturas reconocidas pero que no tienen asignación presupuestaria. Con este dinero se liquidarán todas esas facturas hasta diciembre d 2010, con excepción de aquellas que corresponden a organismos públicos como las universidades, la empresa pública Aumsa o la EMT, excluidos por el propio decreto del Gobierno.

Los otros 30 millones de euros servirán para pagar facturas con consignación presupuestaria hasta el 30 de abril de 2011, es decir, se gana liquidez para hacer frente a gastos corrientes.

Según Senent, este préstamo, aprobado ayer en la Comisión de Hacienda, se ratificará en el próximo pleno y se pondrá en marcha inmediatamente, de manera que en el mes de noviembre podrían empezar los pagos, que se harán directamente de los bancos a las empresas.

Recelos de la oposición

Para el concejal socialista Pedro Sánchez, este crédito es una buena noticia, pues "es la única manera de que cobren los empresarios". Además, se paga directamente desde el banco. "Lo mejor que le puede pasar a este dinero -dijo- es que no pase por las manos de Rita Barberá".

Por su lado, la concejala de Esquerra Unida, Rosa Albert, que votó en contra de la propuesta, asegura que este crédito demuestra que no se paga en los tiempos legales y además generará ocho millones de euros en intereses que, de haber hecho una buena gestión el consistorio, podría dedicar a la construcción de colegios o polideportivos.