Por el momento, la línea eléctrica subterránea que atravesará la rotonda donde se ubica el centro comercial Aqua ya cuenta con la aprobación del Consell. Ahora bien, la subestación subterránea que contempla el proyecto -y que cuenta con alegaciones de la asociación vecinal Pau Alameda- es otro cantar.

La conselleria asegura que la subestación es un proyecto aparte que, además, está pendiente de resolución judicial. Por ello, no la incluye en la autorización que ha concedido a la Red Eléctrica de España para la construcción de una línea eléctrica subterránea a 220 kV de entrada y salida en la rotonda del Aqua, y que conectará por una conducción de 226 metros con la línea principal que va de Fuente de San Luis a Beniferri.

El proyecto autorizado de la línea eléctrica responde, según publicó ayer la Conselleria de Economía, Industria y Empleo, a una solicitud presentada por la "elevada carga y/o ubicación periférica en la que se encuentran actualmente las distintas subestaciones eléctricas que alimentan a la ciudad de Valencia, unido a las necesidades de suministro como consecuencia del incremento de la demanda de la zona sureste de la ciudad". Ahora bien, aunque la aprobación de la línea eléctrica no incluye la subestación en sí, si afirma que ésta es "necesaria" para "acercar la potencia a los centros de consumo" y obtener "el nivel máximo de calidad y abastecimiento a medio y largo plazo".

Un mes para recurrir

Las obras de la línea eléctrica subterránea durarán seis meses desde que se obtengan todos los permisos para ocupar los terrenos, según consta en la resolución de la dirección general de Energía. Los trabajos cuentan con un presupuesto de 731.711 euros. La resolución no es definitiva ya que cabe interponer recurso de alzada ante la secretaría autonómica de Economía, Industria y Comercio en el plazo de un mes.