La Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha tenido que pagar recargo al Ayuntamiento de Valencia por no abonar en tiempo y forma el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) correspondiente al año 2011. Al parecer, se trata de un problema con la domiciliación del recibo, lo que le ha hecho perder, además, la bonificación del 5% por este concepto.

Analizando el hecho, todo parece indicar que la comunicación entre la EMT, que preside el concejal Alfonso Novo, y su dueño, el Ayuntamiento de Valencia, no es todo lo fluida que corresponde. Hasta ahora, la empresa ha pagado con regularidad el Impuesto de Bienes Inmuebles a través de una cuenta bancaria donde tenía domiciliado el recibo. Todo parece indicar, sin embargo, que la empresa ha cambiado esa domiciliación y no lo ha comunicado al consistorio, de manera que cuando le notificó el pago correspondiente a 2011 el banco lo devolvió.

Pasado el plazo previsto y viendo que el recibo no era abonado por ninguna otra fórmula, el consistorio inició la vía ejecutiva del cobro, lo que conlleva un recargo, como ocurre con el recibo de los particulares. Además, se eliminó la bonificación del 5% de la que disfrutan todos los recibos domiciliados, también como ocurre con los vecinos de a pie.

En este caso, sin embargo, la EMT ha decidido recurrir y el pasado 30 de agosto solicitó la devolución de los recargos y el importe de la bonificación, pensando quizá que el consistorio, del que depende directamente, le correspondería. Pero no ha sido así. El ayuntamiento recuerda que las domiciliaciones tienen validez por tiempo indefinido salvo que sean rechazadas por la entidad financiera, como es el caso; y argumenta que la bases de ejecución del Presupuesto Municipal establecen controles de la Intervención General para todos los expedientes que conlleven derechos y obligaciones de contenido económico. Así pues, contando precisamente con el visto bueno de la Intervención General, rechaza la devolución de los recargos.

Sedes y cuentas

La Empresa Municipal de Transportes tiene su sede social en la calle Correu Vell, número 5, con dos depósitos situados en San Isidro, 1, y Fausto Elio sin número. Cuenta, así mismo, con un Centro Socio Cultural en la calle Floresta y una oficina de atención al cliente en el interior de la estación de metro de Colón.

Y en cuanto a sus balances contables, cabe reseñar que se trata de una empresa altamente deficitaria que cuesta cada año al Ayuntamiento de Valencia más de 60 millones de euros.