La obra social de Caixa Catalunya tiene previsto poner en funcionamiento en los próximos meses un centro de día para personas con enfermedades neurodegenerativas construido en Benicalap. Todo depende de que la Generalitat Valenciana se haga cargo de 40 de las 70 plazas del centro, una decisión que se conocerá a finales de abril cuando la administración autonómica resuelva las plazas concedidas para el próximo ejercicio.

El centro se ha levantado en la calle Alquerías de Bellver, en la parte de atrás del nuevo Mestalla, con financiación completa de Caixa Catalunya. Se trata de un edificio de tres plantas, con un patio interior, una amplia terraza, comedor, cocina, salas polivalentes, salas de rehabilitación y todo tipo de instalaciones para un total de 70 personas con enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

Levantado sobre un solar cedido por el Ayuntamiento de Valencia, su construcción terminó a finales del año pasado y en la actualidad tiene ya hasta los muebles que necesitará para su funcionamiento diario. Sin embargo, su apertura definitiva depende del acuerdo al que lleguen Caixa Cataluña y la Generalitat Valenciana, que ahora deberá hacerse cargo del grueso de la gestión.

Según fuentes de la entidad bancaria, la administración autonómica concede cada año un número de plazas para centros de día que se hacen públicas a finales del mes de abril. En este caso, y después de varias conversaciones con la administración autonómica, se han solicitado 40 plazas, que es lo mínimo que se necesitaría para que el centro sea viable.

De cubrirse esas plazas, el centro podría abrir inmediatamente y luego buscar fórmulas de gestión para el resto, que podría ser privada, público-privadas, con empresas designadas por la Generalitat o por empresas buscadas por la propia entidad financiera. Se buscaría incluso la colaboración del Ayuntamiento de Valencia, al que podrían pedirle igualmente su entrada en este proyecto.

Lo importante, según las fuentes, es que el centro empiece a andar lo antes posible, porque la idea era que abriera sus puertas el año pasado y no quieren que se demore mucho más.

Por el momento, las conversaciones con la Generalitat son "favorables" y creen que no habrá problemas para que el Consell se haga cargo de esas plazas o para la fórmula de gestión. También aseguran que hay entidades privadas que están dispuestas a hacerse cargo del centro.

Entre tanto, el edificio permanece cerrado, con los muebles enfundados en sus bolsas de plástico y las llaves colgadas de las taquillas esperando inquilinos.

Para la ocupación de este tipo de instalaciones siempre se recurre a la lista de espera, lo que demuestra la necesidad del servicio. En este caso, además, el centro está en un barrio populoso carente de equipamientos, al menos en opinión de los vecinos, que esperan que la situación se normalice cuanto antes.