Un total de 2.305.336 euros. Éste es el gasto que ha supuesto para el Ayuntamiento de Valencia la contratación de los vehículos oficiales desde 2004. Así lo aseguró ayer el portavoz de Compromís, Joan Ribó, tras exigirle a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que cancele "de inmediato" el proceso de contratación de vehículos de alquiler con opción de compra para la corporación municipal. Ribó aseguró que con este "valiente gesto" el consistorio se ahorraría 388.000 euros que podrían destinarse a otras "urgencias sociales".

Desde Compromís explicaron ayer que, entre los años 2004 y 2012, el ayuntamiento ha gastado 2.305.336,16 euros en coches oficiales cuando es, a su juicio, un servicio "intolerable y éticamente reprobable". A esta cantidad se le suman, según Ribó, los costes de los escoltas y chóferes, que hacen doblar esa cantidad durante estos últimos ocho años.

Para Ribó, insistir en la fórmula de coches oficiales, "sólo para 17 ediles del PP", es una señal de cómo Rita Barberá "usa su cargo para garantizarse privilegios". "Los ciudadanos, con sus impuestos, no tienen por qué soportar cómo 17 concejales del PP se dedican a circular en coche oficiales, con chófer y asistente, para ir al gimnasio o al supermercado", subrayó. Compromís pide a los ediles populares que renuncien, como han hecho otros grupos, al coche oficial, al tiempo que exige a Barberá que apueste por un parque móvil que esté a disposición de los concejales para cualquier trabajo de representación que sea necesario.