El Ayuntamiento de Valencia y la Fundación Blasco Ibáñez han llegado a un principio de acuerdo para que el legado del escritor valenciano se quede en la ciudad y desbloquear así definitivamente los problemas que han enfrentado a ambas partes durante los últimos años.

El secretario de la Fundación, Ángel López, ha explicado a EFE que, tras la reunión celebrada hoy entre los servicios jurídicos de ambas partes, la situación "se ha encarrilado" y ha valorado como "positivo" haber llegado a un "consenso" que ponga fin a la polémica. Fuentes del Ayuntamiento de Valencia han indicado que "siguen las negociaciones" pero que el final del conflicto "va por buen camino".

Según López, han acordado tratar "de forma independiente" las dos partes del legado de Vicente Blasco Ibáñez, por un lado la que se encuentra en la Casa-Museo y cuya propiedad es el principal motivo de desencuentro entre Fundación y Ayuntamiento; y por otro, los fondos que estuvieron expuestos en el MuVIM hasta este verano.

"Se va a firmar un convenio, que ya está prácticamente ultimado, para que la segunda parte del legado pase a formar partes de los fondos de la Casa-Museo y se entregaría de forma bastante rápida", ha explicado.

Respecto al legado depositado en la Casa Museo, han llegado a "un consenso" para que la propiedad de esos fondos se resuelva "vía judicial o de arbitraje", y ambas partes se han comprometido a aceptar la resolución.

"En caso de que fuera favorable a la Fundación, contemplamos que los fondos permanezcan en la Casa-Museo", ha asegurado López, quien ha insistido en que falta determinar qué vía se utilizará para resolver la titularidad y que "los políticos acepten el acuerdo técnico alcanzado".

Ángel López ha explicado que el convenio para depositar la segunda parte del legado otorga a la Fundación "mayor protagonismo en la toma de decisiones de las actividades" a través de reuniones periódicas para consensuarlas.

Además, a diferencia del anterior convenio, en el que había consignada una cantidad anual de 30.000 euros, "ahora habrá una cantidad en proporción con la cantidad de actividades que se desarrollen", por lo que esa cifra puede "bajar o subir" según la actividad.

López ha reconocido el talante "más negociador" por ambas partes y ha destacado que tanto Fundación como Ayuntamiento han tratado de "buscar una solución para evitar el conflicto y que el legado se marchara de Valencia".

La segunda parte del legado, que estuvo expuesto dos años en el MuVIM, incluye 300 cartas del escritor y su familia desde que era estudiante hasta poco antes de su muerte, mil fotografías dedicadas y con notas al margen, así como un millar de libros y contratos con Hollywood y para publicar sus novelas.

En la Casa-Museo, que es una remodelación de la vivienda habitual de Blasco Ibáñez en la playa de la Malvarrosa, se conservan objetos personales y recuerdos del escritor, junto a unos 3.000 libros, incluidas primeras ediciones, dibujos que hizo para las portadas de sus obras, así como correspondencia y documentación.