Las peores previsiones se están cumpliendo en el sector deportivo tras la subida del IVA del 8 % al 21 %. De entrada, la demanda ha bajado un tercio durante este mes de septiembre, y para continuar algunos de los centros deportivos privados están bajando la persiana ante la inviabilidad de un proyecto que, lejos de premiar la práctica deportiva, la encarece en 13 puntos. Y es que ahora es más caro practicar deporte que acudir a verlo como espectador, ya que sí se mantiene el impuesto reducido en un 10 % «para espectáculos de carácter aficionado».

La Asociación de Empresarios Valencianos de Centros Deportivos solicitó al Gobierno que se mantuviera el tipo reducido del IVA, ya que se calificaba el deporte «como un lujo» cuando, en realidad, «se trata de un hábito saludable». Sin embargo, sus reivindicaciones han caído en saco roto, y ante la imposibilidad de modificar la subida del IVA, la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (Fneid) propone ahora una serie de medidas fiscales «con carácter transitorio y mientras la coyuntura económica no permita la modificación de la ley del IVA». El objetivo es «adelantarse» a una «ruina segura», ya que los centros deportivos han comenzado a cerrar. Además, la federación se centra en la experiencia de otros países europeos (como Portugal) que han visto cerrar el 50% de sus gimnasios tras la subida del impuesto al 23 %. Por ello, los propietarios de los centros deportivos ya han puesto en marcha un plan B. Es más, diez empresarios de los gimnasios más punteros de España se reúnen mañana en Valencia para determinar la hoja de ruta a seguir porque «prevenir vale más que curar». Y el sector está enfermando a pasos agigantados.

Bonificación del 50 %

Entre las principales medidas fiscales que persigue el sector se encuentra, en primer lugar, la creación de una bonificación del 50 % en la cuota íntegra del Impuesto sobre Sociedades a empresas de instalaciones deportivas privadas por la prestación de servicios relacionados con las prácticas deportivas, en aras de apoyar de forma directa a la economía del sector.

Pero aún hay más. Como medida encaminada a «incentivar fiscalmente» el consumo de servicios relacionados con la práctica del deporte y tratar de compensar la reducción provocada por el incremento del precio, la federación española propone la «consideración como rendimiento del trabajo exento de tributación en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), y de cotización a la Seguridad Social, la retribución en especie correspondiente a las cuantías satisfechas por los pagadores, bien de forma directa a las empresas de instalaciones deportivas privadas por la prestación de servicios relacionados con la práctica del deporte, bien a través de fórmulas indirectas de pago a los trabajadores bajo el cumplimiento de determinados requisitos y con limitación en su cuantía anual».

Por último, y en aras de fomentar la inversión en salud, la prevención y el tratamiento de enfermedades, se propone, con carácter general para la población, establecer «una deducción en la parte estatal de la cuota íntegra del IRPF de los importes satisfechos a empresas de instalaciones deportivas privadas por la prestación de servicios relacionados con la práctica del deporte. Determinación de la base máxima de deducción y del porcentaje deducible sobre la misma».

Y es que otros países han aplicado medidas similares para paliar la subida del IVA al máximo. En Alemania, por ejemplo, el impuesto también es de los más altos (al 20%), pero en este país hacer deporte desgrava. En Irlanda, sin embargo, la subida del IVA del 9 al 13 % duró tres meses al comprobar que si hacer deporte daña el bolsillo, la gente, directamente, deja de practicarlo.