El sector del taxi hizo ayer visible su división tras las dos protestas que coincidieron frente al Palau de la Generalitat con propuestas totalmente opuestas y un único destinatario: el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Por una parte se encontraba el sindicato USO y la Asociación de Taxistas de la Comunitat Valenciana (ATCV) que representan a los taxistas autónomos con un claro mensaje: una regulación horaria que no les obligue a trabajar entre 16 y 20 horas para ganarse el sueldo. En la otra parte se encontraba la Asociación Empresarial del Taxi en representación de los autónomos y los asalariados para pedirle a Fabra que haga «caso omiso» a la petición de sus compañeros de regular el taxi 12 horas ya que ello«implicaría mas de 500 despidos de asalariados».

Los primeros en ocupar la plaza de Manises fueron los integrantes de USO y la ATCV y no porque llegaran los primeros, sino porque ya estaban allí. El pasado miércoles por la noche, los miembros de estos dos sindicatos celebraron una asamblea tras la promesa «incumplida» del director general de Transportes, Carlos Eleno, quien les prometió el pasado 19 de junio que, en 15 días, se celebrarían unas elecciones para ver, exactamente, que regulación horaria quería el sector del taxi. Sin embargo, nada se sabe del proceso y algunos integrantes del sindicato decidieron esa misma noche retomar la protesta donde la habían dejado tras sacar más de 2.000 taxis a la calles en dos manifestaciones y pasar la noche al raso, frente al Palau de la Generalitat, hasta que Fabra les reciba.

De esta forma, y organizados en turnos de menos de 20 personas, los autónomos que defienden la regulación horaria ejercerán esta medida de presión porque «no podemos seguir así. La situación es muy crítica. Tenemos muchas pérdidas y no podemos vivir en el taxi. La liberalización horaria está acabando con nuestro trabajo». Además, ambos sindicatos han convocado también paros parciales para el día 22 de julio en el AVE y estación de autobuses de 8:30 a 10:30 horas, dejando sin servicio estas paradas. Por último, el 1 de agosto, durante todo el día, tampoco habrá taxis en el aeropuerto y en el AVE. Ahora bien, mientras taxistas de USO y la ATCV montaban «guardia» ante el Palau de la Generalitat llegaron los integrantes de la Asociación Empresarial del Taxi, otro de los sindicatos de un sector que está más que dividido.

Acudieron a la misma plaza de Manises, ataviados con pancartas donde se podía leer «no creas las mentiras de USO. En el taxi cabemos todos» para explicar su versión: «La regulación propuesta llevaría a mas de 500 familias que trabajan en el sector del taxi a la ruina, dejándolos en el paro para que el autónomo gane simplemente 20 euros mas al mes. Además, el servicio del taxi quedaría descubierto en determinadas franjas horarias, sobre todo las nocturnas, ya que el autónomo sin asalariado se limita a sus horas diurnas dejando un déficit en el servicio». Eso sí, no hubo altercado alguno.