Las usuarias de la Piscina Valencia, en el paseo de la Alameda, reclaman una mejora urgente de las instalaciones de este centro deportivo municipal, al menos de la parte que corresponde a los vestuarios femeninos, donde los equipamientos y el material presentan severas deficiencias, según han denunciado, por dos veces, ante los responsables de la institución.

En los últimos meses, cerca de setenta mujeres que frecuentan la piscina han rubricado dos documentos de protesta que se han presentado al director gerente, como encargado de velar por el adecuado funcionamiento del centro. En un escrito del mes de abril, las usuarias de la piscina se quejaron formalmente por la escasez de secadores en los vestuarios -sólo hay dos para cien taquillas- y por el deterioro de las esterillas del suelo, ya que según las firmantes del texto, ha habido caídas peligrosas con motivo de su mal estado.

No obstante, debido al silencio y la inoperancia de los rectores de la piscina, las usuarias volvieron a la carga el 15 de octubre con otro documento de protesta, remitido a la dirección del centro. En esta segunda queja se reitera la necesidad de aumentar el número de secadores, ya que las usuarias se han visto obligadas a llevar el suyo de casa, así como el deficiente estado de las esterillas del piso, que sigue favoreciendo las caídas en los vestuarios. Además, se alerta de que parte de las duchas, sus mandos y las alcachofas, padecen de oxidación, y que los zócalos del alicatado se han convertido, según estas mujeres, en un lugar ideal para el cultivo de bacterias.

Hasta la fecha, estas setenta usuarias de la Piscina de Valencia, que firmaron la queja con su nombre y DNI, siguen a la espera de que atiendan sus reclamaciones.

Construida en 1963 y remodelada en 1988, la Piscina de Valencia es una de las históricas de la ciudad. Cuenta con una piscina cubierta de 25 metros de largo, un vaso de enseñanza, una sala de musculación y también una sala de actividad física.