Se llama Dativo Elobo, tiene cerca de 30 años y mañana será uno de los grandes protagonistas de la tradicional cabalgata de los Reyes Magos en la ciudad de Valencia, en la que decenas de miles de niños inundarán el recorrido para mirarle, asombrados, mientras piden con todas sus fuerzas que cuando llegue la noche cumpla todos sus deseos.

Por unas horas, este colaborador voluntario en la Basílica de la Virgen de los Desamparados dejará de ser Dativo para convertirse en el rey Baltasar, nada más y nada menos que el monarca más querido del trío de Oriente que cada 5 de enero desfila con sus camellos y carrozas por las calles de la capital del Turia antes de descargar todos sus regalos en todas las casas en las que se ha enviado la preceptiva carta.

Dativo es de Guinea Ecuatorial, nació en la ciudad de Malabo, donde ya de joven no dudó en mostrar sus convicciones religiosas, puesto que fue uno de los miembros de la "Legión de María" en la catedral de la localidad ecuatoguineana. Tras su llegada a Valencia, rápidamente visitó la Basílica, donde conoció a la "Geperudeta". "La Virgen es siempre la misma, cambia de nombre según el lugar donde aparece, pero es la misma". Desde entonces, ayuda en las labores del día a día en el templo, donde todos le conocen.

Ahora, su regalo de reyes se ha adelantado. "Un día me dijeron: vas a ser rey mago, y yo encantado, para mí es un honor poder estar en la cabalgata", afirma Dativo, mientras sostiene una gran sonrisa. "Alguna vez me han hecho vestirme de rey Baltasar, pero estar en la cabalgata de la ciudad no me lo podía ni imaginar, es un sueño", reconoce el joven, que prefiere no desvelar lo que él ha escrito en su propia carta a sus majestades: "es algo secreto", asevera el Baltasar de 2014.

En cambio, no se le va de la cabeza una idea: la ilusión con la que en cada punto del recorrido de la comitiva de mañana estarán esperándolo niños y no tan niños. "Vamos a disfrutar todos, y como yo soy el jefe, habrá caramelos y regalos para todos", bromea Dativo, que como espectador ya conoce de cerca todo lo que implica una cabalgata de Reyes Magos en una capital como Valencia. "En Guinea también se celebra la fiesta de los Reyes Magos, pero se hace algo más sencillo, dentro de la iglesia, sin este tipo de cosas, es diferente", indica. Pero Dativo está aclimatado totalmente a Valencia, vive cerca de la Plaza de la Virgen y se desplaza a pie hasta la basílica. En los últimas días, a la vez que se acerca la fecha de la cabalgata, las bromas con Dativo sobre su condición de majestad han ido en aumento.

Estudia Teología y Filosofía

Más allá de echar una mano en el templo, Dativo se dedica a estudiar las carreras de Filosofía y Teología. Su objetivo está claro: "deseo ser sacerdote, si Dios quiere", subraya. Por este motivo, no ha creado una familia hasta el momento. Abandonó Malabo solo y aterrizó en España sin la compañía de nadie de su familia, y así sigue, aunque cuenta con el respaldo de la gente de la basílica. Inquirido sobre si ha pensado en tener novia, ríe y asevera: "la única valenciana que hay en mi casa es la Virgen".

En este sentido, Dativo destaca que le gustaría que durante la cabalgata todo el mundo se divirtiera y sobre todo "se sienta la cercanía y el cariño que noto cuando la gente viene a ver a la Virgen aquí cada día". Pese a que se resiste a revelar el regalo secreto que le ha pedido a sus colegas los Reyes Magos, Elobo resume que "lo más importante es el amor".

Dativo cuenta los minutos para que mañana, a eso de las 17.00 horas, atraque en el puerto de Valencia con sus pajes para después encarar las grandes vías de la ciudad subido en la carroza. Desde lo más alto de su vehículo Dativo, o mejor dicho, Baltasar, saludará a los más pequeños que cómo él, esperan que un día puedan cumplirse sus sueños.