Saben de primera mano lo que significa la recalificación de la huerta. De hecho, sus familias perdieron alquerías y tierras donde hoy se encuentra un estadio de fútbol a medio construir (en Benicalap) o unas inmensas parcelas urbanizadas en una ZAL sin actividad alguna (en La Punta). Estos son algunos de los ejemplos que ayer dio el colectivo «Hortaésfutur» antes de presentar las 15.000 alegaciones a la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que el PP tiene previsto aprobar en unos de los tres plenos que quedan antes de las elecciones municipales de mayo. Ahora, con un nuevo planeamiento que prevé la recalificación de 415 hectáreas de huerta, diversas entidades han unido sus fuerzas en la plataforma «Hortaésfutur» para evitar «que el Gobierno de Rita Barberá siga destruyendo la huerta».

Desde la plataforma han trabajado duro en la elaboración de las más de 20.000 alegaciones en total „que incluyen los escritos del Tribunal de las Aguas, la DO Xufa de Valencia, la Unió de Llauradors, Acció Ecologista Agró, Salvem el Cabanyal, Salvem el Botànic, el colegio de Ingenieros Agrónomos y numerosas asociaciones de vecinos, entre otros„ que presentaron ayer en el ayuntamiento de Valencia y otras Administraciones con un mismo fin: exigir la retirada del PGOU hasta que pasen las elecciones ya que, de lo contrario, «si hay un cambio de Gobierno y tiran para atrás el PGOU habrá que indemnizar a los propietarios, porque ya habrán adquirido una serie de derechos con la recalificación del suelo y no hay que olvidar que muchas de las parcelas (por ejemplo, en la Partida de Dalt de Campanar) son propiedad de los bancos, que compraron al tierra en aras de una especulación urbanística que el ayuntamiento está urdiendo con este nuevo planeamiento».

Además, el colectivo alertó de las consecuencias de la «destrucción de la huerta». «En primer lugar hay tres acequias en peligro ya que los azarbes de Rovella, Mestalla y Mislata riegan la mitad de la superficie de huerta que va a desaparecer». Las consecuencias para el cultivo de la chufa también son «devastadoras». «El PGOU supone un golpe de muerte a la superficie agraria útil que le queda al municipio. De hecho, el 35% de los cultivos de chufa de la denominación de Origen pertenecen al término municipal de Valencia», explicó el portavoz de la plataforma, Enric Navarro. A su lado, Empar Puchades, de Castellar, recalcó: «Tenemos la mejor tierra. Podemos realizar cuatro cosechas al año del mismo producto».

Al finalizar los parlamentos, el público asistente al acto elevó las pancartas al grito de «Volem vore l'horta, no la terra morta». «La alcaldesa Rita Barberá no pasará a la historia como filóloga, pero sí por haber destruido más hanegadas de huerta», concluyó Navarro. Y sentenció: «No vamos a permitir perder ni un palmó más de huerta».