El Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana, José Cholbi, ha instado al Ayuntamiento de Valencia a ejercer "sus facultades inspectoras en materia de contaminación acústica" y a adoptar "las medidas oportunas" para "comprobar su existencia", así como "aquellas otras que fueran necesarias para garantizar la tranquilidad de los vecinos y evitar niveles sonoros superiores a los permitidos legalmente".

Igualmente, Cholbi ha pedido al consistorio que "previa instrucción del preceptivo procedimiento, sancione cuando proceda los comportamientos constitutivos de infracción según las normas aplicables".

El defensor del pueblo valenciano ha realizado esta recomendación, consultada por Europa Press, a partir de la queja presentada por una vecina de Valencia para dejar constancia de las molestias que le ocasionaba un circo instalado recientemente en las proximidades de su domicilio, en la avenida Juan XXIII de la ciudad.

Esta mujer explicaba que todas las ventanas de su vivienda dan a la avenida Juan XXIII y que "justo enfrente" se había montado un circo, que emitía "ruidos por megafonía en todas sus actuaciones" y que también le causaba "muchas molestias" fuera del horario de las mismas. La ciudadana indicaba que ha llamado "en varias ocasiones a la Policía Local" y criticaba que este cuerpo municipal "se ha desentendido del problema".

Asimismo, destacaba en su reclamación que ha presentado "una denuncia en el Ayuntamiento para que se hagan mediciones", teniendo en cuenta que se iban a producir funciones "diarias y más numerosas" en ese circo.

Tras tener conocimiento de esta queja y admitirla a trámite, el Síndic de Greuges se puso en contacto con el Ayuntamiento de Valencia para contrastarla. Cholbi explica en su recomendación que la administración municipal, a través del Servicio de Fiestas y Cultura Popular, remitió un informe en el que se apuntaba que en esta concejalía no existían antecedentes de autorización para la instalación y funcionamiento de un circo en un solar privado.

"Dominio público"

En la misma línea, este departamento local explicaba que "sólo tenía competencias para la gestión y tramitación de peticiones de instalación de circos en el dominio público municipal" y que desde diciembre de 2014 está en manos del Servicio de Ocupación del Dominio Público Municipal "la tramitación de las solicitudes que se refieran a la instalación de circos y atracciones feriales tradicionales".

El Ayuntamiento destacaba así que su ámbito de competencia para la autorización de espectáculos públicos, actividades recreativas y establecimientos públicos no es el suelo privado sino la utilización de la vía pública.

En el caso de los espacios de carácter privado o patrimonial, el consistorio afirmaba que atendiendo a lo establecido en la legislación autonómica, "corresponde a la Generalitat, por medio de sus órganos con atribuciones en materia de espectáculos públicos, actividades recreativas y establecimientos públicos, la competencia para la autorización". Así, destacaba que éste era "el caso origen de la queja" por la instalación del circo en la avenida Juan XXIII.

Por otro lado, la resolución del Síndic de Greuges recoge el informe emitido por la Policía Local de Valencia respecto a esta reclamación con las intervenciones realizadas. Esta documentación apunta que el pasado 5 de diciembre este cuerpo municipal "solicitó para su comprobación la autorización del circo" y que dos días después se atendió en al Sala 092 la reclamación de la vecina que comunicaba que le molestaba la música que se ponía entre actuación y actuación.

Del mismo modo, la Policía Local comentaba que esta ciudadana "no quería presentar denuncia" y que pedía que "se mediara en el asunto", además de destacar que se contactó con el responsable del circo, que presentó el correspondiente "permiso de la Conselleria de Gobernación y Justicia y que se comprometió a "solucionar el tema para que no volviera a ocurrir".

Por otra parte, los agentes municipales recuerdan en la documentación remitida al Síndic de Greuges que el 19 de diciembre pasado colaboraron con una unidad veterinaria en la inspección del circo y que días después se llevó a cabo un servicio para comprobar la documentación y las cartillas sanitarias de los animales que había en él. Asimismo, participaron en la vigilancia de la entrada y salida del establecimiento "sin novedad" el pasado 6 de enero.

"Competencia desleal"

Tras analizar toda la documentación aportada, el Síndic de Greuges resalta que aunque la competencia para otorgar licencias de actividad como la de este circo sea competencia de la Conselleria de Gobernación y Justicia, es la administración local la que ostenta "la facultad inspectora en materia de contaminación acústica". En esta línea, advierte de que ésta es "esencialmente una competencia municipal" y resalta las "facultades en materia sancionadora" que conlleva.

"El otorgamiento de una licencia no puede suponer, en ningún caso, el incumplimiento de los límites establecidos en la Ley 7/2002, de 3 de diciembre, de la Generalitat, de protección contra la contaminación acústica, y demás normas de desarrollo, e incluso de la propia Ordenanza municipal de protección contra la contaminación acústica", plantea en este sentido Cholbi en su recomendación.