La fábrica La Ceramo fue levantada en 1855 por José Ros Furió y desde su puesta en marcha se convirtió en un referente para la industria y la cultura valenciana. Entre otras cosas, porque fue la encargada de recuperar el arte de los alfares musulmanes del reflejo metálico en la cerámica. La empresa se erigió en un referente, gracias a su fundador, de la arquitectura valenciana. Es más, de estos hornos salieron piezas cerámicas que hoy decoran edificios tales como la Estación del Norte, el Mercado de Colón y el Mercado Central. La fábrica, de estilo neomudéjar, realizada en ladrillo, está formada por una gran nave y cuenta con un patio interior donde se procesaba el barro, además de contar con salas de torno y decoración y con tres hornos en la parte trasera. m. ros valencia