Tras la rotura de «El Jaume», una de las campanas más antiguas del Micalet que se desprendió de su eje el pasado 25 de diciembre en pleno volteo manual, el Cabildo y la asociación que se encarga del mantenimiento y toque de las campanas „Campaners de la Catedral„ decidieron poner cinco piezas en cuarentena ya que tenían el mismo eje y las mismas características que la campana rota, al ser intervenidas a la vez en 1992.

Las cinco piezas que la propia Seo prohibió tocar hasta su revisión son las denominadas «La Úrsula», «La Violant», «El Vicent», «El Andrés» y «La Bàrbera». Y, o los trabajos ya se han realizado en el más absoluto secreto o desde Campaners de la Catedral decidieron hacer caso omiso de esta petición ya que el pasado domingo, durante la festividad de la Mare de Déu dels Desemparats y el tradicional Traslado de la Virgen, dos de las campanas puestas en cuarentena sonaron desde la torre del Micalet («La Úrsula» y «El Vicent») tal como puede apreciarse en el vídeo subido a la web de Levante-EMV.

Y es que la tradición marca que las campanas del Micalet acompañen a la Virgen durante el Traslado. Tanto cuando la Mare de Déu sale de la Basílica como cuando entra en la Catedral, los «campaners» hacen sonar las nueve piezas a la vez (las cinco más grandes y las cuatro más pequeñas). Luego, durante el Traslado, las pequeñas no paran de sonar, mientras los expertos van alternando el toque de las más grandes. Tras la rotura de «El Jaume», dos de las campanas pequeñas se quedaban en cuarentena, pero el domingo pasado sonaron para acompañar a la Mare de Déu en un acto que reúne a miles de devotos cada año.

Tras la rotura de «El Jaume», Campaners de la Catedral encargó un informe para saber por qué se había roto la campana y las conclusiones no dejaron lugar a dudas: La campana se desprendió por una rotura del eje debido a la «fatiga de material». En teoría, los técnicos debían estudiar las otras cinco campanas con el mismo eje que al campana rota para determinar «si el eje de estas piezas debe ser restaurado o sustituido ya que el objetivo principal es que no se vuelva a repetir jamás un accidente similar». El estudio de las piezas obligó a cerrar al público la sala de campanas del Micalet.