«Los idiomas no tienen ideologías, sólo sirven para hablar», lanzaba ayer Eugeni Alemany en el especial «bis a bis» con Xavi Castillo. Ambos humoristas vinieron a coincidir en que «el valenciano no es de izquierdas, ni de separatistas, ni de nacionalistas». El debate entre Alemany y Castillo abría un intenso programa organizado por Factoria Rambleta sobre «La València en valencià». Tanto uno como otro insistieron en apostar por la «normalidad» y acabar con los círculos endogámicos que sólo han servido para colocar etiquetas al valenciano, y a los que lo usan como vehículo de comunicación. En ese momento, Alemany confesaba la aversión que le provocaban las subvenciones o ayudas desde la administración por usar el valenciano. «Como si el que lo habla fuera un discapacitado, cuando debería ser algo normal», insistía mientras Castillo desgranaba sus problemas para trabajar en espacios públicos como el teatro El Musical por sus monólogos tan acerados sobre política y religión.

Críticas a TVV

De las críticas no se escapó la extinta Televisión Valenciana, donde «en circunstancias normales Castillo y Alemany habrían tenido sus propios espacios de humor», según Mariola Cubells, directora de relaciones externas de Rambleta y sufrida moderadora de tan irónicos oponentes. «Les paròdies de Rita Barberà, molt ben fetes per cert, les hem tingut que veure a TV3», lamentaba Castillo, mientras Alemany apostillaba con sarcasmo: «Hem estat generant els gags del Intermedio quan eixa corrupció l´hem pagat nosaltres i no ens hem pogut beneficiar». No faltaron las bromas de Castillo sobre el recuento de billetes de Alfonso Rus, y la necesidad de un cambio político en la Comunitat Valenciana.

El testigo sobre el empleo de la lengua valenciana lo recogió un poco más tarde el mundo empresarial . Con Andrés García Reche „ exconseller de Industria, Comercio y Turismo con Joan Lerma„, de introductor, fueron tomando la palabra Mari Carmen Morales (Anecoop), Javier Quiles (Consum), Paco Alòs (Caixa Popular) y Federico Félix (Fedacova). Morales, Quiles y Alòs vinieron a coincidir en la importancia de apostar por el valenciano en su comunicación con el cliente como seña de identidad propia.

Alcanzado ese punto, Alòs incidía en que Caixa Popular es ya la única entidad financiera propia «en el desierto que ha quedado tras el terremoto en las cajas valencianas». «El valenciano es un elemento diferencial sobre la competencia porque somos ya la única valenciana que queda», señalaba. Morales y Quiles reconocían que era difícil cuantificar la rentabilidad que la apuesta por el valenciano podía suponer, pero valoraban la «empatía» que generaba. Federico Félix, que se puso al auditorio en el bolsillo pese a llegar un poco más tarde, recordó que desde sus múltiples cargos siempre había hecho «bandera del valencià». «No l´hem defensat com tocava. Els catalans se n´han passat i nosaltres no hem arribat», vino a decir. «Hem d´estar orgullosos de la nostra llengua, perque ens fa diferents, respectant per supost totes les altres», incidía el presidente de Fedacova y firme defensor allá donde va del corredor mediterráneo.