Afirmar que en la literatura medieval el poder del hombre sobre la mujer era totalmente preponderante no descubre nada a nadie. La obra L'Espill de les dones escrita por Jaume Roig, como otros libros de esa época, da buena cuenta de ello al considerar a las mujeres como las auténticas causantes del pecado y de todos los males, creencia que fue enormemente compartida durante años. De ahí que resulte tan sorprendente que en el siglo XV, una monja se atreviera a contradecir al todopoderoso Jaume Roig, médico de reyes y reinas.
L'Espill de les dones se empezó a escribir alrededor de 1460, el mismo año que Joanot Martorell el Tirant lo Blanc. Una epidemia de peste en la ciudad fue la causa de que Jaume Roig la abandonara para marchar a Callosa d'En Sarrià donde el misógino poeta escribió su famosa obra, en la que tanto criticó a las valencianas a las que presentaba como gustosas de las sedas y las perlas, de la risa y el bullicio. Solo salvó de su cruel invectiva a la Madre de Dios y a su esposa ya fallecida.
Elionor Manuel de Villena nació en 1430, hija de Enric de Villena, escritor y traductor. Huérfana desde muy pequeña „ se dice que era hija bastarda„ se educó en el Palacio Real de Valencia con su prima la reina Doña María de Castilla, esposa de Alfonso el Magnánimo. Ingresó siendo muy joven en el Monasterio para la comunidad de religiosas de Santa Clara. Al tomar los hábitos, cambió su nombre por el de Sor Isabel de Villena. Escribió Vita Christi en el monasterio de la Trinidad del que fue abadesa hasta su muerte en 1490. Su obra fue dada a la imprenta por deseo de la reina Isabel la Católica. Se cuenta que la Reina Doña María desde la capilla del Palacio del Real atravesaba los jardines y se dirigía al Monasterio donde tenía reservado un lugar que todavía hoy se conoce como „ el Tocador de la Reina.
Sor Isabel de Villena fue una mujer culta, muy adelantada a su tiempo. Defendió la superioridad moral de la mujer, su espíritu de sacrificio y su inclinación a defender la verdad. Intentó eliminar la controversia entre las figuras de María y Eva, la pura y la pecadora, presentó la Anunciación como una propuesta matrimonial„ si ella no da su consentimiento, no habrá nada que hacer„y no vio a María Magdalena como una prostituta arrepentida, sino como una mujer buena, víctima de habladurías. Es tan enorme el contraste de su obra con la literatura dominante, tan poco considerada con las mujeres, que muchos autores consideran la obra de Sor Isabel de Villena Vita Christi una respuesta clara a la misoginia de L'Espill de les dones de Jaume Roig. Cuando los medios de comunicación traen tantas noticias sobre casos de maltrato y violencia contra las mujeres, cuando tantas mujeres son asesinadas víctimas de la violencia machista, con dolor comprobamos que tantos esfuerzos realizados desde hace años son todavía insuficientes para defender los derechos de las mujeres, entonces figuras como la de Sor Isabel de Villena, que supo enfrentarse en el siglo XV a la misoginia dominante, nos sirve de ejemplo.
