Después de dos décadas de espera, los vecinos exigen que el nuevo equipo municipal proceda a cumplir con las numerosas recomendaciones, emitidas por el Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana, encargándose los proyectos técnicos y reservándose las partidas presupuestarias, a fin de acometer las intervenciones necesarias para salvar de la ruina a las alquerías del Moro y de la Torre (ambas ya propiedad municipal, aunque parte de la Alquería del Moro sigue siendo privada). Los vecinos no descartan emprender acciones legales, al existir pruebas que confirman posibles delitos de presunta negligencia, prevaricación o expolio.