Las religiosas de la comunidad de las Siervas de María abandonarán la próxima semana la casa que la congregación tiene en la ciudad, tras 143 años de atención y cuidado nocturno a enfermos, tanto a domicilio como en hospitales.

La comunidad cuenta en la actualidad con doce religiosas, tres de ellas procedentes de la casa-convento de la congregación cerrada en 2007 en Alcoi, que se trasladarán, unas a las comunidades de Tudela y de Zaragoza, y las otras a los conventos de Barcelona, Mataró y Sabadell.

El motivo del cierre del convento en Valencia es «la falta de vocaciones y la avanzada edad de la mayoría de las religiosas» que les obliga a dejar la ciudad «con pena pero muy agradecidas», afirmaron. La comunidad de las Siervas de María llegó a Valencia en 1872 y se estableció en un piso de la Plaza San Miguel, desde donde se trasladaron a una nueva sede, en la plaza de Tavernes de la Valldigna y, posteriormente, a la calle San Dionisio, casa en la que residían desde 1979, y que ahora abandonan.

Las religiosas son conocidas popularmente como «ministras de los enfermos», son en su mayoría enfermeras diplomadas o auxiliares de clínicas. La congregación fue fundada por Santa María Soledad Torres Acosta, en 1851.