Le falló el corazón a los 81 años mientras dormía la siesta, tras haber almorzado con los clavarios de Xirivella. José Marí tuvo la clarividencia de apostar, hace sesenta años, por la creación de un telar y no caer en la tentación de rendirse cuando las cosas no iban tanboyantes. Jóvenes y valientes emprendedores fueron los cinco socios, que permanecen en la misma aunque el nombre de la empresa sea sólo de los que llevan las decisiones ejecutivas, «Vives i Marí», empresa que desde hace años son uno de los grandes referentes en el mundo de la indumentaria tradicional. Siempre recibía a las falleras mayores de Valencia en el gran momento de elegir el color de su espolín oficial en obligado silencio por su enmudecida laringe. Su hijo Rafa continúa el legado mano a mano con Juanvi y Amparo, el triunvirato que les ha llevado al éxito en un mundo especialmente emocional.