Los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Valencia estudian acciones legales contra los propietarios de la fábrica de cervezas Turia que lleva ardiendo siete días. La industria, ubicada en la calle San Vicente, dentro del ámbito del bulevar García Lorca y el Parque Central, está declarada en situación de ruina desde 2011, sin embargo, la empresa propietaria (Laietana), que ahora está en proceso de liquidación, ha hecho caso omiso ante los requerimientos de ejecución del derribo que le ha remitido el consistorio.

El ayuntamiento ha ido ejecutando medidas precautorias, como tapiado de butrones, vallado y derribos parciales de las zonas más precarias, sin embargo, se niega a asumir el coste del derribo de toda la fábrica, que asciende a más de un millón de euros. El consistorio lleva desembolsados en la fábrica casi 500.000 euros. Una cantidad que tiene previsto reclamar a la propiedad y a la cual se sumará la factura por la intervención de los bomberos en la fábrica, que lleva una semana ardiendo. Así lo explicaron fuentes de la concejalía de Urbanismo, que coordina el concejal socialista Vicent Sarrià.

Los bomberos llevan varios días intentando extinguir las llamas en el interior de la fábrica. El problema asegura es que lo que está ardiendo es el material aislante, que es de combustión muy lenta, lo que sumado a la imposibilidad de entrar en la fábrica por el riesgo de hundimiento de los forjados hace que los bomberos no puedan actuar más que desde el exterior. Las fuentes de los Bomberos de Valencia consultadas aseguran que el incendio todavía podría durar entre dos y tres días.

Por su parte, la concejala de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, se reunió ayer por la tarde con los vecinos y vecinas afectados por el incendio de la antigua cervecera para informarles de las medidas adoptadas para controlar el fuego. La concejala descartó de nuevo riesgos para la salud por el humo de la fábrica. Las mediciones de gases tóxicas siguen dando negativa, asegura.