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Doble reclamación

Más que una queja al Tribunal de las Aguas

El un joven de la Font d´En Corts pide a la institución que le permita regar pese a las restricciones de agua

Sesión de ayer del Tribunal de las Aguas, en la que no hubo ningún denunciado. levante-emv

Como cada jueves cientos de turistas se agolpan en la Puerta de los Apóstoles de la Seu, donde el Tribunal de las Aguas celebra su tradicional sesión para resolver los conflictos que se dan en las siete acequias de su jurisdicción. Los síndicos y el presidente avanzan entre la multitud, mientras uno de ellos reparte calendarios a los visitantes. En poco más de dos minutos se despacha el consejo, ya que ningún labrador ha sido denunciado, algo que sorprende a los que no conocen su funcionamiento, pero que, precisamente, es la gran seña de identidad del Tribunal: gracias a su labor de mediación resuelve la mayoría de los conflictos sin llegar a la vista pública.

Ayer, sin embargo, un joven labrador de la Font d´En Corts, José Vicente Dasí, que responde al apodo de «Broma», acudió a la sesión semanal del Tribunal de las Aguas en busca de amparo institucional. Esta semana le tocaba regar las 19 hanegadas que dependen de la acequia de Rovella, pero le han negado el agua porque hay restricciones.

Dasí, de 24 años, detalla el problema. «Tengo plantada alfalfa porque tengo una explotación ganadera en Torrent. La alfalfa, una vez la cortas, necesita agua para rebrotar rápido y que se reactive su ciclo de crecimiento. Hace más de quince días que regué y esta semana nos tocaba el agua, pero la acequia ha impuesto restricciones: solo pueden regar los campos que hacen verdura y otros productos para el consumo humano. Y lo entiendo y lo respeto, pero ellos deben entender que si mis borregos no comen, tampoco como yo, y que el campo es mi único medio de subsistencia, mi principal actividad, mientras que la gran mayoría de los que riegan son agricultores ya jubilados que tienen el campo como un extra. Deben entender que las normas han de ser flexibles, por mucho que lleven aplicándose así toda la vida», reclama.

Algunos síndicos del Tribunal le explicaron ayer que la restricción de agua se debe a que baja poco caudal por el Turia y la prioridad es el consumo humano, por eso Aguas de Valencia está haciendo uso del mayor cauda, aunque José Vicente Dasí asegura que desde el Ciclo Integral le informaron que no lo están haciendo. «No sé cuál es la verdad, pero mis campos no pueden estar un mes sin regarse porque vivo de ello», insiste.

Para «Broma», el Tribunal de las Aguas, institución milenaria declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2009, debería actualizarse: «En la zona somos 6 agricultores jóvenes. Dicen que no hay relevo generacional, pero si no nos ayudan, si nos ponen las cosas difíciles, la cosa irá a peor. El Tribunal debería escuchar más a los jóvenes y adaptarse a los nuevos tiempos. Aspiro algún día a ser síndico o guarda porque me gustaría que las cosas cambiaran», explica el joven.

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