El barrio de Benimaclet celebró el cuarto aniversario de la creación de sus huertos urbanos, que surgieron de unos terrenos destinados a la construcción de edificios residenciales. Ayer los vecinos quisieron ofrecer al resto de la ciudad esta demostración de autogestión y de recuperación de la huerta como una «prueba piloto» para repensar la ciudad.

Dónde los vecinos encontraron un gran solar hoy hay numerosas parcelas de huerta, gallineros autogestionados y un horno moruno que ayer inauguraron durante esta fiesta que no quiso perder su carácter reivindicativo, rechazando en boca de su presidente, Antonio Pérez, los proyectos «que quieren convertir Valencia en una sucursal de Las Vegas».

A las 11 horas arrancó un pasacalle que recorrió gran parte del barrio en dirección a los huertos, situados junto a la Ronda Nord. A su llegada al son de la música de las dolçaines y tabalets, la Muixeranga de Valencia realizó una torre humana ante los centenares de personas que quisieron participar del acto. Allí se ofreció ayer cerveza, huevos recogidos del huertos o pizza cocina en el nuevo horno. Hasta allí acudió el alcalde Joan Ribó, así como el concejal de Participación Ciudadana, Jordi Peris, el responsable de Urbanismo, Vicent Sarrià, y los concejales de EUPV, Amadeu Sanchis, y el popular Jorge Bellver.

Todos ellos realizaron una ruta por los huertos y gallineros acompañados de los representantes vecinales. Joan Ribó alabó la labor de los vecinos implicados en la recuperación de este espacio para la huerta y señaló que estos campos son un modelo a seguir en otros enclaves de la ciudad donde hay cabida para propuestas parecidas.

«Hará falta la complicidad y la implicación vecinal que ya hemos visto aquí los últimos años y tendrán, por supuesto, la complicidad y la implicación del Ayuntamiento, que no es un ente extraño, sino que es la casa de todos y todas desde donde trabajamos para todos y todas», sentenció el alcalde.