Una vez redactado el plan de urbanización del sector del Grao, tendrá que aprobarse el proyecto de reparcelación, esto es, el reparto de metros y cargas encargado en 2011 a Broseta Abogados. El PAI del Grao, donde está prevista la construcción de torres de hasta 50 alturas tiene unas elevadas cargas urbanísticas que elevan el coste de urbanización al menos a 300 euros el metro cuadrado.

El promotor tendrá que asumir el coste del soterramiento de las vías de Serrería, el circuito de F1, la solución para la desembocadura y el traslado de una subestación eléctrica. Los costes de urbanización rondarán los 60 millones de euros. Un tercio del suelo del Grao fue adquirido a CLH por Acinelav, un conglomerado de promotoras locales y entidades financieras que en 2015 entró en concurso de acreedores. Adif, el Ministerio de Defensa, el ayuntamiento y varios propietarios privados se reparten el resto. El ayuntamiento intenta ahora rebajar las cargas y para ello está negociando con la Conselleria de Obras Públicas qué parte del mismo es repercutible a los propietarios del Grao. La conselleria quiere recuperar con cargo a los promotores del Grao los 45 millones que costó el circuito.

El ayuntamiento, sin embargo, quiere que no se incluya en el cómputo el tramo del circuito que pasa por terrenos del Puerto de Valencia, lo que podría suponer una quita de diez millones de euros en las cargas del Grao.