El proveedor principal de la fiesta de los Reyes Magos de Cases de Bàrcena dejó tirado literalmente a este pueblo del norte de Valencia, por lo que los vecinos tuvieron que organizarse rápidamente para salvar la celebración de la epifanía y que los niños disfrutaran de la llegada de sus majestades de Oriente y sus regalos.

El alcalde de la pedanía, Javier Riera, había contratado a una empresa de Atzeneta d'Albaida para recrear una espectacular jaima árabe, con decorado, 200 kilos de arena, antorchas, etc. «Este año iba a ser algo especial y espectacular, pero a las cuatro de la tarde nos dimos cuenta de que algo iba mal? La empresa debía estar montando desde de las 11 de la mañana, pero nadie apareció pora aquí. A pesar de las continuas llamadas, nadie respondió al teléfono?» , se lamentaba el máximo responsable de Cases.

Sin embargo la magia de la Navidad unió a todos los vecinos del pueblo que, tras conocer que la fiesta corría peligro, se pusieron a trabajar para organizarlo todo. «No teníamos escenario ni muchos de los elementos necesarios para la fiesta, pero la Falla de Cases, los festeros mayores y las amas de casa se volcaron para en apenas unas horas todo estuviera listo. Fue muy emocionante, porque todos nos dimos cuenta que somos un pueblo de verdad y que cuando nos unimos, lo demostramos», explicaba orgulloso el alcalde.

Afortunadamente los Reyes Magos no faltaron a su cita en Cases de Bàrcena y los niños pudieron disfrutar de sus regalos, en una tarde-noche que muchos vecinos recordarán como la que salvaron la ilusión de los más pequeños.