Los vecinos de Borbotó celebraron durante la tarde y la noche del viernes la festividad de Sant Antoni, con la recuperación de su «cordà». El año pasado el fuego volvió al pueblo después de 60 años en el olvido, logrando una gran respuesta del público. Los organizadores, la Colla de Recuperacions Extraordinàries de València, señalaron que este año se volvía a celebrar con la intención de que se perpetúe para «siempre en el pueblo» y en la «memoria de sus vecinos».

La jornada prevista arrancaba a las 20 horas con el encendido de la hoguera en la plaza de la Patrona. Poco después, con las brasas, los vecinos pudieron aprovecharlas para disfrutar de una cena de embutido, carne a la brasa y bocadillos. Los vecinos tenían que llevar sus parrillas y el género. La compañía era mutua y festiva.

Posteriormente llegó el momento esperado, con la «cordà», en la que podían participar además de los mayores, los menores a partir de 12 años acompañados de sus padre o tutores. En la «cordà» se utilizaron diversos materiales pirotécnicos de poca fuerza, ya que el objetivo era hacer partícipes de la fiesta al mayor número posible de personas, para que disfrutaran de esta tradición.

La fiesta estuvo patrocinada por la concejalía de Cultura Festiva del Ayuntamiento de Valencia, y colaboraron la alcaldía de Borbotó, el Museo Valenciano de Etnología, la Asociación Cultural Amigos de la Pólvora, la Pirotécnia Accitana Maria Angustias y diversos establecimientos.