El tuit del alcalde Ribó (publicado en Levante-EMV el pasado 9 de enero) decía: «Una ciutat pensada en caminar i anar en bicicleta contribueix a que s´incorpore l´exercici a la rutina diària millorant la salut ciutadana». De la literalidad de sus palabras podríamos decir que los mayores de 65 años que representamos cerca del 20 % de los habitantes de València deberíamos seguir sus recomendaciones. Si así lo hiciésemos, dejaríamos de ir al médico, a los especialistas, al hospital, a urgencias€, por lo que de ahora en adelante solo con ir en bici y caminar estaríamos casi curados de todas nuestras dolencias y sin ir a Lourdes o Fátima. Los cerca del 20 % de esa tramo de edad tenemos enfermedades crónicas, que nos desaparecerían€ ¡le ha faltado decir que bebamos 2 litros de agua al día! Seguramente ese día no fueron a clase.

Ahora entendiendo los cambios que han efectuado en algunas de las líneas de la EMT, lo han hecho por nuestra salud, todo lo hacen por nuestro bien aunque nos «fastidien» sus medidas, eso sí, lo hacen sin contar con nosotros y con nuestra opinión. Si la piden, luego hacen lo que ya tenían pensado y planificado, sólo en caso de no coincidir con ellos. Todo para que caminemos y perdamos mucho tiempo en los transbordos que nos obligan a hacer, cuando antes íbamos directos, por eso nos pasean por más calles del centro de la ciudad, que antes no íbamos para nada o con tiempos de espera de 10 ó 15 minutos, con trayectos que se hacen más largos, además del poco servicio que tienen algunas líneas de la EMT, así como la falta de adaptación de los autobuses para los mayores. Luego se extrañan que cerca del 60 % de los votantes de la derecha sean personas mayores de 65 años. Los carriles bici ocupan más espacio (seguramente debe ser así), que muchas de nuestra aceras, a pesar de que algunos de dichos carriles apenas pasan un par de docenas de bicis al día, puesto que normalmente van por la calzada, en contra dirección y sin respetar los pasos de cebra o los ceda el paso, en fin€, mientras que las aceras son un río de gente, pero muchas están ocupadas por las terrazas. Por cierto, ya puestos, podrían arreglar y señalizar mejor alguna de ellas.

Mientras todo el esfuerzo y dedicación del alcalde y el concejal de Movilidad parece que va dirigido a las bicis y a nuestra salud, los barrios están, la gran mayoría, dejados y olvidados de sus preocupaciones y quehaceres ¿Por qué será? La prioridad debe ser: Primero las personas y después el Transporte Público (EMT).