La parroquia de San Nicolás acogió ayer una misa de acción de gracias en el primer aniversario de la restauración del templo llevada a cabo gracias a la Fundación Hortensia Herrero, que ha convertido el lugar en un referente cultural y turístico de la ciudad. La mecenas acudió a la celebración religiosa de las 19 horas acompañada de su marido, Juan Roig, y parte de su familia, según confirmaron desde la fundación. La ceremonia fue oficiada en castellano por el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, y acompañada por cantos en valenciano.

Aunque en su discurso, ni el párroco de San Nicolás, Antonio Corbí, ni Cañizares, hicieron alusión a la reciente orden del Ayuntamiento de Valencia de silenciar el repicar de las campanas. La parroquia, sin embargo, sí se llenó de fieles que no dudaron en mostrar su indignación contra la decisión municipal. Así, muchos de los que ayer acudieron a la misa hicieron cola para sumarse a la recogida de firmas que desde hace días se lleva a cabo en la parroquia contra la polémica resolución de acallar a las campanas.

Sí hizo referencia a la situación el párroco el viernes durante la presentación de una nueva intervención en la que la Fundación Hortensia Herrero empleará un millón de euros. En ella, Corbí señaló que le habría gustado celebrar el primer aniversario de la restauración haciendo sonar las campanas. Según indicó el viernes a los medios de comunicación, la denuncia habría sido interpuesta por un único vecino, molesto por el repicar del campanario. La parroquia ha alegado la obligación, mientras sus técnicos trabajan en encontrar soluciones, según indicó Corbí, al tiempo que se abría al diálogo con el ayuntamiento para encontrar un punto de encuentro.