Prácticamente todas las concejalías del Ayuntamiento de Valencia han visto ralentizados sus proyectos por el «cuello de botella» en que se ha convertido el servicio de contratación, donde los proyectos pueden pasarse meses en tramitación hasta recibir el visto bueno. Es de hecho, uno de los problemas por los que según el alcalde, Joan Ribó, no ha sido posible mejorar las cifras de ejecución de los presupuestos, que en el caso de las inversiones se han quedado en el 66%.

Ante esta situación, el concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, ha adoptado algunas medidas con las que se puedan agilizar estos procesos a la espera de que en el futuro haya presupuesto para reformar completamente el sistema que han heredado del Partido Popular, recuerda.

Según Campillo, el gobierno de Rita Barberá creo un sistema «muy centralizado» por el que pasan todos los proyectos. Y eso hace que «las cosas no sean ágiles», dice. En concreto, hay una jefatura de servicio y dos secciones, además de una mesa de contratación que es completamente independiente. Su propósito, pues, es crear una tercera sección y procurar que cada una de ellas se especialice en un tipo de contratos. «Todas podrán hacer todo para que no haya problemas, pero cada una estará especializada en obras o servicios, o...», explicó el concejal.

Evitar vueltas

Por otro lado, se dará formación a los jefes de servicio de todas las delegaciones para que las propuestas lleguen a contratación en las mejores condiciones y no sea necesario devolverlas en una o varias ocasiones para que se ajusten a la legalidad vigente. En la actualidad, el servicio de contratación se encarga de hacer los pliegos administrativos y las delegaciones los pliegos técnicos, pero luego estos pliegos tienen que ser validados también en Contratación, y ahí es donde surgen los problemas. «Siempre surgen diferentes visiones y tenemos que acabar con eso», dice.

En última instancia, el equipo de gobierno se propone aumentar las plantillas y entre ellas la de economistas, para la que se ya se ha creado una bolsa de trabajo.

Sergi Campillo explicó que el objetivo final del ayuntamiento es hacer un nuevo modelo más descentralizado, similar al que opera en ciudades como Madrid o Barcelona, donde las funciones se reparten, por ejemplo, a los distritos.

Esa posibilidad, no obstante, habrá que planteársela a largo plazo, pues en estos momentos no hay presupuesto para abordar una reforma de ese calado.

La nueva sección y la especialización de cada una de ellas se pondrá en marcha de manera inmediata y uno de sus objetivos prioritarios será sacar adelante el cúmulo de contratos que se preparan para la rehabilitación del barrio del Cabanyal, alguno de los cuales ya está en marcha, particularmente los que dependen del Plan Confianza de la Generalitat Valenciana.

Sergi Campillo explicó que la comisión técnica que mueve los proyectos del Cabanyal está trabajando a buen ritmo y ha incorporado al jefe de servicio de contratación precisamente con la intención de agilizar los procesos. «El Cabanyal es un asunto prioritario para el equipo de gobierno y tenemos que poner todos los medios», aseguró Campillo.