El alcalde de València, Joan Ribó, señaló ayer que «el municipalismo español necesita hablar de financiación, porque la que tiene es insuficiente. Necesita que los problemas sean abordados y dejar de ser el patito feo de la democracia como ha sido hasta ahora por desgracia».

Ribó, quien destacó la importancia de que todos los partidos del arco parlamentarios estuvieran ayer representados en las jornadas, apuntó que «los mismos problemas históricos en el entorno local continúan hoy presentes y agravados por el contexto negativo de la crisis financiera internacional y las tensiones en las cuentas públicas, pero también la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera con tres reglas fiscales que alguien se ha empeñado en que aparezcan como sagradas».

Estas son«la no superación de un tope de déficit público, la no superación de un tope de deuda y el respeto a la regla de gasto». Según Ribó, estas tres reglas «han contribuido a agravar la situación todavía más», especialmente porque «inexplicablemente, la última impide dedicar ese saldo positivo al gasto social o medidas para generar empleo, ya que se ha de usar para amortizar deuda».

El alcalde defendió una reforma legislativa que se asiente sobre los principios de suficiencia, autonomía, eficiencia, equidad, corresponsabilidad fiscal y lealtad institucional. Todo ello se concreta, según Ribó, en la necesidad de «adaptar los tributos municipales a la situación social, ambiental y económica actual».

«Traspaso de competencias»

Por su parte, el alcalde popular de Málaga, Francisco de la Torre, subrayó la importancia de plantear «el necesario traspaso de competencias desde las autonomías al ámbito local» en este momento «en el que se está estudiando «que los esquemas de solución de los problemas de financiación de las autonomías se hagan al tiempo que se plantea la respuesta a la financiación local».

El alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, destacó que los alcaldes están «cansados de llorar», de «quejarse siempre de los mismos problemas, la falta de atención desde punto vista financiero» y defendió que «es el momento de poner fin al problema».

Por último, el alcalde Zaragoza, Pedro Santisteve, (Zaragoza En Común) defendió que la economía «ha de estar al servicio de las personas», y que «criterios de estabilidad presupuestaria o sostenibilidad fiscal no pueden encubrir posiciones ideológicas de desmantelamiento de estado del bienestar o desatención a los ciudadanos».

Santisteve instó a «tender puentes de diálogo para abrir ya un proyecto de reforma en profundidad de la autonomía local, dotándola de autonomía financiera y autonomía del gasto».