El alcalde de Valencia, Joan Ribó, fijó ayer como uno de los grandes objetivos de los municipios del área metropolitana de València, con casi dos millones de habitantes, el impulso de un gobierno supramunicipal siguiendo el ejemplo de lo que se ha hecho en Barcelona. El alcalde admitió, no obstante, las limitaciones y reticencias que existen por parte de los municipios a la hora de ceder competencias. Así lo explicó Joan Ribó en el cuarto debate de ciudad organizado por el Colegio de Arquitectos bajo el título la València Metropolitana.

El Area Metropolitana de Barcelona que Ribó propugna como modelo se creó en 2010, está compuesta por 36 municipios y gestiona 32 competencias, entre ellas, el agua, los residuos y el transporte pero también la ordenacion del territorio, el medio ambiente y la vivienda.

En el debate, moderado por el periodista, editor y colaborador de Levante-EMV, Juan Lagardera, quien introdujo el debate sobre «el área metropolitana ideal y la posible», intervino el secretario autonómico de Vertebración, Josep Vicent Boira, quien aseguró que València llega con retraso, en algunos casos con más de 20 años, a la «revolución metropolitana» que están viviendo muchas grandes ciudades europeas. Boira abogó por ir «poco a poco» y empezar por la ordenación del territorio y el urbanismo, una de las competencias que más se resisten a ceder los municipios cuando se habla del gobierno metropolitano. Boira explicó los pasos que ha dado el nuevo Consell con la aprobación del Plan de L´Horta, cuya prioridad es salvaguardar la huerta del urbanismo y hacerla rentable; el plan del Area Metropolianta de València, así como la puesta en marcha de la Autoridad Metropolitana del Transporte, dentro del apartado de la movilidad, uno de los primeros objetivos, a juicio de Boira, de un gobierno metropolitano.

El secretario autonómico y el alcalde aludieron a cuestiones prácticas y a decisiones que se deben tomar, haciendo un esfuerzo de coordinación entre ayuntamientos, para mejorar la vida de los ciudadanos como la puesta en marcha de una tarjeta única para el transporte público metropolitano. También la compatibilidad de los sistemas de bicicletas de alquiler de los municipios para que los estudiantes de pueblos vecinos puedan venir en bicicleta a las universidades de València.

En el debate también participaron el financiero y urbanista, Eduard Navarro, dueño de Net de Gerrers, empresa gestora de inversiones alternativas; y el arquitecto Javier Domínguez, quien aseguró que las diputaciones son un lastre a la hora de impulsar un plan estratégico metropolitanos que de solución a las necesidades de servicios y movilidad de los ciudadanos. El experto explicó que los planes estratégicos suelen ser fruto de momentos de crisis y, su éxito, en todo caso depende de que se hagan «de abajo a arriba» t contando con todos los agentes sociales.

Por su parte Eduard Navarro aportó las experiencias de otras ciudades de Alemania y Estados Unidos en gestión metropolitana y señaló la falta de liderazgo de València a la hora movilizar al resto de municipios del entorno hacia una gestión metropolitana.

Según Boira, los valencianos salen de dos décadas sin ninguna planificación y sin ningún tipo de diálogo entre las diferentes administraciones para conseguir una verdadera área metropolitana coherente y afrontar los retos comunes. El actual gobierno valenciano, dijo Boira, está creando los instrumentos de ordenación y planificación de las infraestructuras para dar respuesta a las demandas actuales de los ciudadanos y de las instituciones.

Ribo insistió en su intervención en que el objetivo debe ser la creación de una entidad metropolitana, que ya tuvo el precedente del Consell Metropolità de l´Horta. El alcalde se mostró contrario a crear más «reinos de taifas» como el «esperpento de Emarsa», apuntó.