El Ayuntamiento de València se posiciona para ser la capital mediterránea de la bicicleta con el impulso a la cultura de este vehículo, que será protagonista en mayo con actos en los barrios, formación, debates, talleres, cine y hasta puntos de chequeo de bicis, en el marco de la iniciativa «Bicifest».El concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, presentaba ayer los carteles de esta iniciativa municipal que se desarrollará del 8 al 14 de mayo pero que tendrá su continuidad hasta final de mes con las actividades desarrolladas por entidades, colectivos y agrupaciones ciudadanas.

Grezzi manifestaba su intención de que mayo se convierta «en el mes de la bicicleta» y ha apostado por que València «sea la capital mediterránea de la bicicleta: tenemos todos los mimbres para ello». Según ha defendido, «la bicicleta es pieza clave en el cambio de modelo de movilidad de las ciudades» y «pese al retraso» de València en este ámbito, ha defendido que están «poniendo las bases para impulsar la cultura de la bicicleta». El Ayuntamiento convoca Bicifest para dar a conocer a la ciudadanía las numerosas iniciativas que se han impulsado en el entorno de la bicicleta y que no solo repercuten en la movilidad urbana, sino también en la accesibilidad, la formación, la inclusión, el ocio, el turismo o la economía, entre otros aspectos.

«En esta primera edición queremos crear espacios de encuentro entre la ciudad en global y la creciente comunidad ciclista», apuntaba Grezzi, quien aseguraba que el programa de actividades todavía está en proceso de elaboración. No obstante, ha señalado que se desarrollarán actos en los barrios con la colaboración de los centros escolares y las AMPA, así como actividades de formación con el apoyo del Aula de la Bici, especialmente de cara a los niños, «los ciclistas del futuro».

El concejal del grupo municipal popular del Ayuntamiento de València Alberto Mendoza acusaba a Grezzi de presentar el cartel de la iniciativa Bicifest «para justificar un contrato a dedo que nos cuesta a los valencianos más de 21.000 euros» «Es una cortina de humo para intentar dar contenido y justificar una actividad entorno al uso de la bicicleta que nadie ha solicitado con un contrato menor al borde del tope máximo que la ley de contratos públicos establece». «Es otra ocurrencia e improvisación», manifestaba.