El alcalde de València, Joan Ribó, insistió ayer en la necesidad de «volver a crear» un área metropolitana en torno a la capital y aseguró que no tenerla genera problemas de movilidad o de gestión del territorio e impide el acceso a recursos de la Unión Europea.

Estas son algunas ideas que Ribó expuso en la conferencia «El área metropolitana de València y su integración» que impartió ayer en el Ateneo Mercantil.

Ribó, además de apostar por la necesidad de crear una Ley de Capitalidad, recordó que el programa del Pacte de la Nau, que sustenta su gobierno, incluye «que se vuelva a crear el área metropolitana» que existía desde los años 80 y que «el gobierno del PP disolvió porque no tenía la mayoría».

Ello, agregó el alcalde, llevó al PP a crear una serie de organismos, como el Emtre y el Emshi «que han supuesto una serie de pegas», además de corrupción, y supuso, entre otros asuntos, la disolución de la Entidad de Movilidad Metropolitana, «que ha ocasionado no tener el contrato programa». «No tener área metropolitana en València supone mogollón de problemas a nivel de movilidad, de gestión de territorio y a todos los niveles», sentenció.

El alcalde también incidió en la idea de que hay «cantidad de ingresos europeos que podríamos recibir de programas europeos de energías renovables o movilidad» pero de los que no disponen por no tener área metropolitana, como sí tienen ciudades de Francia, Alemania e Italia. «Hemos de apostar por esta idea, con tranquilidad porque no es una cuestión solo de València», indicó y recordó que él ya la ha ido introduciendo en algunos foros.

Ribó ahondó en que València «es la capital pero está en un área de 1,6 millones de habitantes y que seamos de Torrent o València no tiene importancia y hemos de saber gestionarlo de esa manera».

Adjudicado el contrato de la T2

Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) ha adjudicado por 847.484 euros (IVA incluido) a la empresa Vareser 96 SL el contrato de servicios de mantenimiento preventivo, correctivo y ejecución de obras accesorias en la infraestructura de la línea T2 de Metrovalencia, paralizada desde 2011 y actualmente sin uso.

Este contrato salió a licitación el pasado mes de enero por un presupuesto base de 900.240 euros, y se adjudicó el pasado 10 de mayo por 847.484, según la resolución que publicaba ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El plazo de ejecución de este contrato está fijado en dos años y el objetivo de las obras es preservar la integridad de las obras e instalaciones que se han ejecutado hasta la fecha ejecutadas, y garantizar la seguridad de los vecinos y de los propios trabajadores.

Entre las actuaciones del contrato figuran la seguridad estructural, es decir, la de los espacios de trabajo y zonas peligrosas como suelos, aberturas y desniveles, barandillas, tabiques, ventanas, vías de circulación, puertas, portones, rampas, escaleras fijas y de servicio y vías y salidas de evacuación. También incluye la protección contra incendios o la limpieza.