La Policía Local de València abandonará el servicio de vigilancia en la carretera de circunvalación V-30 y asumirá íntegramente esa competencia la Guardia Civil. Ambos cuerpos policiales han firmado un acuerdo por el que se vuelve a la legalidad vigente después de 20 años en los que la policía estaba haciendo funciones que no eran de su cometido.

Según han explicado fuentes policiales, la V-30, la principal arteria de circulación que rodea la ciudad de València de norte a sur por el oeste, es una vía interurbana cuyo control, vigilancia y atención corresponde a la Guardia Civil. Solo las vías que transcurren por el casco urbano de la ciudad son competencia de la Policía Local en lo que a tráfico se refiere. Pues bien, desde hace 20 años esas competencias eran compartidas «no se sabe muy bien por qué o en virtud de qué acuerdo», dice la concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato. La Guardia Civil era responsable de los carriles rápidos y la Policía Local se encargaba de los carriles lentos y los accesos, siempre de la margen que da a la ciudad de València. Había, por tanto, una anomalía en el servicio que a veces provocaba también confusión cuando se producía un accidente o un atasco. «Había veces que no sabíamos si ir nosotros o ellos o cómo hacerlo», dice la concejala.

La Guardia Civil se encargará de la «ordenación, vigilancia del tráfico y seguridad vial, instrucción de diligencias e informes de accidentes de circulación en todas las vías interurbanas que no transcurran por el interior de zonas urbanas», concretamente en la salida de Nazaret de la V-15, la CV-5010 en la rotonda de la depuradora, y toda la V-30, incluidos los ramales de acceso al puerto de València, las salidas hacia la CV-500, Castellar y Mercavalencia, Ausias March, Malilla, la CV-400 etc. Por su parte, la Policía Local de València se encargará del control, los atestados y los accidentes una vez traspasados esos accesos en dirección al casco urbano.

En caso de accidente la competencia será de quien tenga bajo su custodia el punto donde se han producido los daños materiales o personales, pero si uno de los dos cuerpos llega antes que el otro deberá adoptar las medidas de auxilio necesarias y realizar las pruebas de indicios del siniestro.

En caso de atascos, serán los dos cuerpos los que gestionen la situación desde sus respectivas competencias, pero coordinadamente. Según Menguzzato, este acuerdo además libera personal de la Policía Local para otras funciones, cuestión importante con las limitaciones de plantilla que tiene.