Las preselecciones a la corte de honor y fallera mayor son matemática imperfecta desde que ésta se realiza mediante la distribución por sectores. A lo largo del tiempo ha ido modificando su fórmula: una candidata por sector; dos candidatas por sector; dos o tres candidatas por sector según el número de falleras que se presentan y el actual: dos o tres candidatas por sector según el número de comisiones que hay.

Esto provoca que haya sectores 'caros' y sectores 'baratos'. El año pasado, por ejemplo, se dio la circunstancia «imposible» del sector del Pilar-Sant Francesc, donde se eligieron tres entre siete aspirantes (con bastante éxito por otra parte, porque dos de ellas ocupan ahora mismo cargo de honor, María Pérez y Clara Romero). Y anoche, por ejemplo, se dio un caso a la inversa: tres y tres candidatas debían salir elegidas de 19 aspirantes infantiles y 18 mayores, las presentadas en Benimàmet-Burjassot-Beniferri.

Es, siempre, por definición, el sector teóricamente más difícil teniendo en cuenta la cantidad de falleras que se presentan. Se reunían todas las coordenadas: todas las comisiones tuvieron falleras mayores el pasado ejercicio. Las infantiles se presentaron todas -menos la de la falla Ciudad de Córdoba, cuyo lugar fue ocupado por otra fallera de la comisión- y en mayores sólo faltó, sin sustituta, precisamente la de la misma comisión de Beniferri.

Este sector, que reúne a una población y dos pedanías, no fue siempre el más complicado: aún lo era más el del resto de pueblos asociados, que hasta primeros de los noventa estaban juntos (Mislata-Quart-Xirivella) hasta que se disoció a la primera.

Esta gran cantidad de candidatas no es garantía de éxito final. De hecho, 'las tres bes' es uno de los sectores con menos margen de éxito junto con, precisamente, el resto de poblaciones y los Poblats al Sud, dentro de ese particular fatalismo de la periferia.

"Al final, no siempre el sector que más candidatas presenta es el que tiene más posibilidades. Mientras vayan las falleras mayores del ejercicio pasado sabes que las hay que, por edad, es simplemente para cumplir un acto más" comentan.

El caso es que la preselección requiere un operativo especial ante semejante cantidad de candidatas, incluyendo el desfile por fases. También el jurado tiene su miga, porque son componentes de las propias comisiones, pero el quinteto se sabe, por sorteo, en ese mismo momento. Al final, con toda la fórmula, seis falleras buscarán suceder a María González, la última fallera del sector que paseó el nombre del mismo, en la corte de Estefanía López hace dos años.

En el otro lado de la balanza, varios sectores presentan este año ocho candidatas, aunque el llamativo, el de Campanar, donde la mitad de sus 16 comisiones la verán como espectadoras.