El Plan Especial de Protección (PEP) de Ciutat Vella recuperará la trama histórica en diferentes puntos del distrito e incorporará más de 500 nuevos edificios al catálogo de edificios protegidos. Así lo acordó ayer la Junta de Gobierno Local, que puso en marcha los trámites para valorar el impacto ambiental y territorial del citado plan.

El concejal de Desarrollo Urbano y Vivienda, Vicent Sarrià, explicó que la evaluación ambiental y territorial estratégica (EATE) servirá para retomar el proceso de información y participación pública. El objeto principal del Plan Especial, impulsado por la Concejalía de Desarrollo Urbano, es la recuperación del tejido residencial y la trama urbana, que se consideran aspectos que se deben abordar en profundidad, puesto que es una de las asignaturas pendientes en Ciutat Vella. "Además, desde el punto de vista patrimonial este plan supone un importante avance, puesto que se incorporarán un total de 527 inmuebles representativos de tipologías pertenecientes a la arquitectura tradicional y que forman parte del patrimonio de carácter no monumental, así como algunos bienes de relevancia local (BRL)", explicó el concejal.

Los ámbitos en los que se concentra el mayor número de edificaciones susceptibles de incluir en el catálogo son del barrio del Carmen y de Velluters. También se incorporan los locales que albergan comercios emblemáticos estén o no en edificaciones protegidas. Se propone la protección genérica de rótulos, elementos decorativos, mobiliario y equipamiento, bienes muebles relacionados con actividades comerciales tradicionales vinculadas a la historia de Ciutat Vella.

Acabar con los solares

El PEP también propone la revisión y modificación de la ordenación de las unidades de ejecución cuya gestión se encuentra pendiente. Se trata de áreas que actualmente presentan importantes problemas de degradación ambiental debido a la presencia de un importante número de solares y de edificaciones en mal estado de conservación y en desuso en muchos de los casos.

La revisión que se pretende llevar a cabo consiste en la adaptación y eliminación de las condiciones que impiden el desarrollo urbanístico de estas áreas, y se abordará la reordenación de las mismas desde el punto de vista de la recuperación de la trama urbana y de las alineaciones históricas que corresponde a su valor patrimonial. "Esto, junto con la incorporación de edificaciones al nuevo catálogo de protecciones, contribuye a incrementar el valor del conjunto histórico, que había sido despreciado por planeamientos anteriores", manifestó Sarrià.

Esta revisión se llevará a cabo en todos los casos en los que los cambios no supongan para el ayuntamiento la obligación de pagar indemnizaciones, dado el estado de los expedientes administrativos.