Las objeciones del Govern de la Nau a la ampliación de la V-21, defendidas por los tres socios de gobierno, han terminado por enfrentarlos entre sí, particularmente al Grupo Socialista con València en Comú, la marca municipal de Podemos. La abstención de los socialistas en las Corts Valencianes impidió que prosperara una moción de Podemos similar a la aprobada en el consistorio. Y eso ha merecido valoraciones diferentes de unos y de otros. Mientras a portavoz del grupo municipal socialista, Sandra Gómez, asegura que no hay incoherencia en su partido, la portavoz de València en Comú habla de «incoherencia e irresponsabilidad»

Para situar el problema hay que explicar que el Govern de la Nau aprobó en el pleno municipal una moción que pedía la paralización de las obras de la V-21, concretamente la construcción de un tercer carril desde el Carraixet hasta la entrada a València por la Avenida de Cataluña. El motivo era proteger 80.000 metros cuadrados de huerta.

Esta moción la apoyaron los tres socios de gobierno, que también lo son, con matices en el gobierno de la Generalitat. Pero cuando Podemos llevó una moción similar al pleno de las Corts Valencianes, el grupo socialista se abstuvo y no prosperó la petición autonómica para que se paralicen las obras.

Y claro, esta aparente contradicción de los socialistas, ha provocado el enfrentamiento en las Corts y también en el equipo de gobierno municipal.

La socialista Sandra Gómez aseguró ayer que «no hay ninguna incoherencia entre los socialistas». La posición del PSOE es la misma en el ayuntamiento, en Les Corts y en la Generalitat: «Estamos a favor de esta actuación pero pedimos que se tengan en cuenta los criterios de sostenibilidad y el impacto ambiental».

Gómez explicó que los textos que recogían el proyecto eran «diferentes» en el Ayuntamiento y en Les Corts, ya que en València los tres grupos de gobierno «elaboramos una propuesta que recogiese todas las posiciones», mientras que en Les Corts, Podemos presentó un texto «y no quiso llegar a un acuerdo, ni negociar a pesar de que hubo enmiendas de otros grupos».

La socialista aseguró que hubo una propuesta de enmienda de otro grupo que recogía la filosofía tanto del PSOE como del Govern de la Nau y lamentó que Podemos «no quisiera incorporarla», motivo por el que el PSPV decidió «no apoyar esta propuesta» y también porque «hay pendiente una reunión con Fomento».

«Nosotros somos los que estamos siendo más coherentes, porque la propuesta de Les Corts no obedecía al espíritu de la de València, que fue una iniciativa negociada y hablada», agregó la concejala, que explicó que los socialistas «no estamos abogando por la paralización absoluta y la pérdida de la inversión: defendemos una actuación que se adapte a los criterios medioambientales».

Respuesta de València en Comú

Des València en Comú, sin embargo, la visión es otra. Su portavoz en el Ayuntamiento de València, María Oliver, considera «incoherente e irresponsable» que el PSPV se abstuviera en la votación de las Corts. A su parecer, el Partido Socialista «dice una cosa y su contraria, dependiendo de la institución donde se encuentra», ya que en el Ayuntamiento de València y en el de Alboraia votaron a favor de su paralización.

Para María Oliver «la ampliación de la V-21 es un proyecto de los años 60 que pretende imponerse en pleno siglo XXI, cueste lo que cueste». Luego «la irresponsabilidad del PSPV y del PP nos aboca a modelos desfasados que destruirán nuestro patrimonio natural».

A su juicio, «es poco serio jugar con la ciudadanía en temas que son vitales para el futuro de nuestra ciudad. En València en Comú tenemos muy claro cuál es el modelo de ciudad que queremos y la huerta es una pieza fundamental para nuestro desarrollo. Así que, seguiremos exigiendo una reunión con el ministerio y la paralización de la destrucción de nuestro patrimonio natural».

En medio de ambas posturas, el alcalde, Joan Ribó, trató de poner orden, acercándose más las del Grupo Socialista. En su opinión, existe la posibilidad de «compaginar» la ejecución del proyecto de ampliación de la autovía V-21 y la protección de la huerta colindante si se llevan a cabo las modificaciones necesarias. «Las dos cosas son plenamente posibles y se puede conseguir la reducción de afección a la huerta, al menos en un 50 por ciento», destacó.

Respecto a la votación en las Corts, Ribó dijo que él puede «hablar de València», donde «queremos compaginar una obra que pensamos que es necesaria con la preservación, al máximo, de la huerta, que es un valor fundamental». El responsable municipal subrayó que «eso se puede hacer» y apuntó que el proyecto existente «se puede modificar según la ley».