El Ayuntamiento de València aceptó ayer la cesión efectuada por la Generalitat de dos parcelas próximas al Museo de Bellas Artes, en una apuesta por reivindicar el museo como una pieza fundamental en el patrimonio y la cultura de la ciudad. Una cesión que se une a las obras en la fachada trasera del museo, que supondrá quitar la valla y recuperar el espacio público desde la fachada hasta el museo. Asimismo, las parcelas cedidas eran necesarias para la ejecución del proyecto de urbanización y apertura de las calles Rossinyol, Pintor Genaro Lahuerta y Flora.