El Infobarómetro municipal parece destinado a minar las relaciones entre los socios del Govern de la Nau. Se repite ahora el conflicto surgido el año pasado, cuando Compromís presentó los datos del mismo sin informar a PSPV y València en Comú. En esta ocasión fue el alcalde, Joan Ribó, quien usó datos sacados de esta macroencuesta - que nadie conocía-, para salir al paso de las críticas de la oposición durante el pleno del jueves, concretamente a las mociones del PP y Ciudadanos sobre la movilidad en la ciudad. Ribó desveló que el paro y la ocupación siguen siendo las primeras preocupaciones, mientras que el transporte público está en décimo lugar, la circulación de coches en el undécimo lugar, y el carril bici en la posición décimosexta. Datos que solo Compromís maneja desde hace días. Ayer, todos los grupos, tanto de gobierno, como de la oposición, criticaron la ocultación de esos datos.

Especialmente contundente fue la concejala socialista, Sandra Gómez quien recriminó a su socio de gobierno que «confunda, una vez más, los recursos públicos con recursos de partido», refiriéndose a ese uso privado y propio de los resultados de una encuesta que, como matizaba, «sale de los recursos públicos de la concejalía de Galiana». Ella critica que en ocasiones se asuma que los departamentos que controla Compromís se manejen como sí solo les afectara a ellos, como ya criticaron hace unas semanas en relación al acaparamiento de la publicidad institucional. Ella ponía un ejemplo clarividente: «Es como si nosotros, que tenemos Hacienda, dijéramos que todo el presupuesto municipal es para nosotros». Y lamentaba que todas estas cuestiones pueden pasar factura al Govern de la Nau.

El propio concejal de Comercio dio un paso en falso en sus redes sociales cuando publicó un tuit en el que aparecía una fotografía de la portada del Barómetro municipal de opinión ciudadana y al que agregaba el siguiente comentario: «A más de uno se le va a poner 2018 cuesta arriba. Especialmente a los que hablan en el #pleValència de caos en la movilidad sostenible de la ciudad». Ayer, Sandra Gómez recordaba a Levante-EMV que en 2017 «la situación fue más grave» y añadía que fue una de las cuestiones «que más deterioraron nuestras relaciones». Y por eso, precisamente, le sorprendía más este nuevo error que tildaba de «muy grave».

Gómez reclamaba ayer en la junta de gobierno local los resultados de la encuesta, pero tendrá que esperar al lunes, a la junta de portavoces, para «saber qué ha pasado» con el infobarómetro. «Mi grupo no ha tenido acceso a ningún tipo de dato. Trataremos esto con el concejal responsable en la junta de portavoces», respondía visiblemente molesta por la forma de actuar de Ribó y Galiana.

Desde València en Comú también mostraban su exigencia de publicar ya los datos: «Pensamos que esa información debería ser pública y accesible a todo el mundo lo antes posible. Se trata de un conocimiento útil para construir políticas públicas de calidad a partir de la visión de la ciudadanía, por tanto, esa información es de toda la ciudad», indicaban.