Tras la retirada de cinco de las seis pasarelas peatonales de la avenida del Cid (muy degradadas y que no cumplían ninguna norma de accesibilidad), esta gran entrada de València se está adaptando poco a poco a la nueva configuración.

Por un lado, tras un periodo en el que se habilitaron pasos para viandantes provisionales, comienzan a abrirse los definitivos, mucho más anchos. De momento funciona ya el más cercano al Parque del Oeste. El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, calcula que a final de mes o principios del otro estará terminada toda la obra.

Sarrià también explica que desde Mobilitat Sostenible trabajan día a día en regular mejor los tiempos de los semáforos. «Se están haciendo pruebas con un software complejo, pero poco a poco irán ajustando mejor los tiempos. Entiendo que ahora puede haber pequeñas dificultades en el tráfico, pero la situación mejorará. En todo caso hay que recordar que las entradas de València, de toda la vida, han tenido mucha intensidad de tráfico y no es nuevo de ahora que se produzcan retenciones en momentos puntuales. Y en la avenida del Cid ya existían semáforos, que algunos se olvidan de ese detalle. Nosotros estamos tratando de solucionar la falta de accesibilidad y hacer una ciudad más amable», señala a este periódico.

Sin embargo, la oposición considera que ha sido un error la eliminación de las pasarelas. Tanto es así que el concejal del Partido Popular Alberto Mendoza aseguró ayer que defenderá en la próxima Comisión de Desarrollo Urbano y Movilidad una moción para que el Ayuntamiento instale «nuevas pasarelas, modernas, accesibles y singulares», en los puntos y en el número que consideren los técnicos municipales «de conformidad con los vecinos directamente afectados».

Mendoza señaló que el derribo de las antiguas pasarelas, además de provocar «grandes atascos» de entrada y salida a la ciudad, «ha aumentado la sensación de inseguridad de los miles de peatones que cruzan esta avenida». Por ello, el PP reclama que el gobierno de Joan Ribó rectifique y convoque «un proceso de presentación de proyectos de pasarelas peatonales a través de los colegios profesionales para seleccionar aquellas que se podrían volver a instalar».

Por su parte, el concejal de Ciudadanos, Narciso Estellés, dice que no discute que las pasarelas tengan aluminosis y que fuera necesario retirarlas pero lamentó «la ausencia de diálogo» del concejal Vicent Sarrià con los vecinos «y la clara ausencia de proyecto alternativo realista con la función actual de la avenida».

Ciudadanos cree que se tenía que haber considerado «la instalación de pasarelas más ligeras y de coste asumible», y aunque que el futuro de la avenida puede ser sin estas plataformas, considera que «actualmente no quedaba más remedio que su instalación».

El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, despejó toda probabilidad de reponer las pasarelas porque considera que son «un modelo caducado de ciudad». «La avenida del Cid es una calle de la ciudad por la que los peatones tienen el derecho a cruzar como en cualquier otro lugar. Las pasarelas se instalan en lugares insalvables, como unas vías de tren. Si el PP quiere pasarelas, entiendo que también querrán instalarlas en Cortes Valencianas o cualquier otra gran avenida. Es un planteamiento absurdo», defiende.

Sarrià asegura que la instalación en el pasado mandato de una pasarela en Amparo Iturbi costó 300.000 euros, por lo que reponer las cinco de la avenida del Cid «no hubiera sido menos de un millón y medio», además de necesitar tres veces más del espacio que ocupaban ahora para hacer rampas totalmente accesibles.