Los vecinos con las rentas más elevadas de la ciudad quieren menos coches y más verde en el espacio que comparten cada día. Las conclusiones del Plan de Participación Ciudadana para Pla del Remei y Russafa Nord se presentaron anoche en el Mercat de Colón con directrices muy claras para el Govern del Nau: aspiran a que sus calles cuenten con más arbolado, a que se produzca una considerable reducción del tráfico, que el peatón se convierta en el protagonista de la «milla de oro» y vías adyacentes, y que el aparcamiento se reserve en exclusiva para los residentes. Consideran que los cambios propuestos «son asumibles en el corto plazo» gracias a la buena oferta del transporte público con la que cuentan y la cantidad de estacionamientos públicos subterráneos disponibles.

El plan de participación impulsado por la Concejalía de Mobilitat Sostenible se desarrolló de febrero a abril del año pasado, tres meses en lo que se consultó a vecinos, comerciantes, se realizaron las reuniones en el Colegio de Arquitectos, el CEAM de Jorge Juan, jornadas abiertas en el Mercado de Colón, reuniones sectoriales e, incluso, una exposición escolar de dibujos.

Tras analizar los datos, EFG Arquitectura (el estudio de Pilar Ferreres y José Luis Gisbert), presentó ayer las conclusiones con las sugerencias de los residentes y propuestas concretas de actuación.

Entre las cuestiones que consideran que se pueden llevar a cabo a corto plazo destaca una actuación global para Cirilo Amorós, que se convertiría en el nuevo eje cívico del barrio. La aspiración es ganar zonas peatonales, mejorar el equipamiento público y contar con arbolado de sombra, y para ello proponen como «prueba» crear una plaza para viandantes entre la calle Isabel La Católica y la calle Jorge Juan, que además se extendería hacia los extremos con la creación de una plaza en la calle Segorbe con Castellón, y en la Plaza de América, que se convertiría en la «puerta de acceso» al barrio.

Todas estas actuaciones se ensayarían con «urbanismo táctico», es decir con pequeñas acciones de pintura, maceteros y señalización, como ya ha llevado a cabo el concejal Giuseppe Grezzi en otras zonas de la ciudad. De funcionar las medidas, se volvería a convocar un nuevo plan de participación para la reurbanización definitiva de este eje.

El Plan de Participación concluye que son aconsejables este tipo de actuaciones «rápidas, de resultados inmediatos y con la posibilidad de ser reversibles para permitir ensayar-contrastar soluciones en calles, cruces o plazas».

Una de las grandes conclusiones es el exceso del tráfico motorizado en las calles de Pla del Remei y la falta de vegetación verde de sombra, además del mal estado del arbolado existente. Además se considera que se han de priorizar los desplazamientos a pie. Por ello las principales medidas persiguen estos objetivos.

Quieren convertir la zona en el paraíso de los viandantes y proponen 17 actuaciones inmediatas, como por ejemplo prohibir el aparcamiento de motos en las aceras, que en el futuro deben ganar un espacio considerable, y señalan zonas de viario «sobrante» para conquistar de inmediato.

Se propone prolongar el paseo Russafa, y que la conexión de las grandes vías y la ronda interior sea con la plantación de arbolado. Denuncian la mala calidad del aire y la alta contaminación acústica como consecuencia de alta intensidad de tráfico, y creen que la reforma de la grandes vías Marques del Túria y Germanías se ha de abordar con participación ciudadana, y debe incluir aceras más anchas o carriles bici en ambos sentidos.

Encabezados por los comerciantes, se considera esencial también potenciar el eje peatonal Colón-Xàtiva, y creen que el Anell Ciclista se debería haber redactado con participación ciudadana para compatibilizar mejor todos los usos.

Precisamente la apuesta por la bici es otro de los estandartes del plan, ya que se propone señalizar todas las calles de único carril como ciclocalles limitadas a 20 km/h. En ese sentido, consideran que aquellas calles como Hernán Cortés o Félix Pizcueta que tienen paso de transporte público y no dan acceso a garajes públicos «deberían desde ya restringir su acceso».

Otra apuesta importante es la reordenación total del aparcamiento, ya que proponen que la zona azul y el estacionamiento libre pase a ser zona naranja para residentes o, en su defecto, «una banda de uso flexible» como carga/descarga, paradas de vecinos, terrazas, policías, etc.

El concejal de Mobilitat Sostenible, Giuseppe Grezzi, tiene una buena oportunidad con este plan de aplicar buena parte de su política basada en actuaciones blandas. «El deseo compartido en todos los barrios es de disponer de unas calles más seguras y saludables, libres de ruidos y contaminación, en la línea del trabajo que por fin se ha emprendido en València», aseguró ayer el edil tras conocer las conclusiones.