València en Comú, socio del Govern de la Nau, mantiene su pulso con el alcalde Joan Ribó a cuenta de la ampliación de la V-21 (salida norte hacia Barcelona). Si ya había mostrado su desacuerdo con negociar nada que no fuera la paralización de las obras, como se había aprobado en el pleno, ayer comunicó que no acudirá el próximo 10 de mayo a Madrid a la reunión de los representantes municipales con los del Ministerio de Fomento.

Aunque en principio el tripartito pidió la paralización de la obra por la elevada afectación a la huerta, las críticas de los empresarios y la decisión del Gobierno se seguir adelante con el proyecto hicieron que Ribó, apoyado por los también socios del Partido Socialista, propusiera un plan alternativo que mantenía la ampliación del tercer carril desde el Carraixet hasta València, pero con un 60% menos de afectación a la huerta.

Para València en Comú, sin embargo, ese cambio de posición no es aceptable y así se lo ha hecho saber a sus socios de Gobierno. Es más, ayer anunció su decisión de no acudir la reunión que se celebrará el próximo 10 de mayo en Madrid para hablar de este asunto. Considera que esa reunión entre el director general de Carreteras y representantes del Ayuntamiento de València «no respeta el acuerdo del pleno».

«La contrapropuesta del alcalde Joan Ribó no está respaldada ni por técnicos ni por los colectivos sociales afectados por la ampliación», asegura València Comú, cuyos responsables creen que «las resoluciones del pleno deben ser respetadas» y que «no tiene mucho sentido presentar una propuesta alternativa, y más una vez adjudicado el proyecto».

Proyecto depredador

La formación recuerda que este proyecto «depredará 80.000 metros cuadrados de huerta que están dentro de la denominación de origen de la Chufa de València y que se encuentran actualmente produciendo». Y explica, así mismo, que esta ampliación choca frontalmente con el Plan de Acción Territorial de l'Horta y con la Ley de l'Horta. Asegura incluso que la propuesta de Ribó «llega tarde y es poco valiente respecto al modelo de infraestructuras sostenibles por el que ha apostado nuestra ciudad».

«Esta alternativa, al igual que el proyecto aprobado por el Ministerio de Fomento, deja abierta la puerta para la futura ampliación del acceso norte, una infraestructura faraónica totalmente innecesaria para la ciudad y para el puerto. Este modelo depredador de desarrollo no pretende otra cosa que reactivar la burbuja de las obras públicas, con proyectos innecesarios que destrozan nuestro territorio y empobrecen a nuestra población y a nuestras instituciones», añaden.

Según València en Comú, «no hay un proyecto serio, ni ningún técnico que lo avale. La propuesta no está apoyada ni por el Ayuntamiento de Alboraia ni por la Consellería; no posee el apoyo de los colectivos sociales afectados por la ampliación; carece de participación ciudadana y no se ha expuesto públicamente para que pudiese ser debatida por la población». En la actualidad, el proyecto ya está adjudicado y pendiente del comienzo de los trabajos.