Los defensores de la Danza de los Seises en la celebración del Corpus Cristi han propuesto a la Generalitat Valenciana recuperar esta tradición fuera de las celebraciones de la Iglesia, que la prohibió hace tres años por no ajustarse a los cánones litúrgicos. Su idea es que forme parte del patrimonio cultural valenciano y ofrecerla a la ciudadanía desde un espacio similar al del Patriarca, como podría ser el Monasterio de San Miguel de los Reyes.

Fue en los primeros años del siglo XVII cuando este baile llegó a València procedente de Sevilla de la mano del arzobispo Juan de Ribera. Incorporó, así mismo, partituras propias compuestas por el músico Juan Bautista Comes. Pero siempre ha sido una danza cuestionada por la Iglesia, lo que ha hecho que a lo largo de los siglos haya aparecido y desaparecido en numerosas ocasiones en todas las ciudades.

Hace ocho años en València un grupo de expertos recuperó la danza de los Seises, con trajes y música incluida, para ser bailada en el Patriarca durante la Octava del Corpus. Y así fue durante cinco años. Pero hace tres volvió a ser prohibida y desde entonces se pelea por recuperarla.

Según ha podido saber este periódico, el último intento ha sido con la Generalitat, a la que le han propuesto incorporar esta tradición al Patrimonio Cultural Valenciano. Vetado en el Patriarca, su propuesta es acoger la danza de los Seises en el Monasterio de San Miguel de los Reyes, que tiene también un altar y un claustro.

Los impulsores de esta propuesta recuerdan que València tiene la única partitura de España concebida para ser interpretada dentro de una iglesia, una cuestión normalizada en el Renacimiento, aunque absolutamente cuestionada por la Iglesia.

Por lo pronto, ayer se celebró la Octava sin las danzas.