El colegio IVAF-Luis Fortich, que depende de la Diputació de València, es el segundo centro más demandado en la ciudad de València y, además, ocupa el puesto 16 entre los más solicitados en la Comunitat Valenciana. Son datos que ha hecho públicos la Conselleria d´Educació, una vez publicadas las listas de admisión de alumnos para el próximo curso.

Para el director del centro, Jordi Iranzo, "ver al colegio en esa posición ha sido toda una sorpresa, pero, sobre todo, un orgullo". "Somos un centro pequeño, por lo que todavía es más satisfactorio ver que la labor que hacemos cada día recibe esta respuesta tan positiva de las familias", asegura.

El colegio IVAF-Luis Fortich está declarado Centro de Integración Preferente para alumnos con deficiencia auditiva y acoge a niños con este problema desde los primeros meses de vida. "Nuestra filosofía es que todos los alumnos crezcan en igualdad de oportunidades", explica Iranzo. De hecho, en las aulas del centro, niños oyentes y con dificultades auditivas -tres en cada unidad- comparten clase. "La integración, lejos de lo que en un principio se pueda pensar, es natural. Los pequeños crecen juntos, sin prejuicios y con total normalidad. Ven la discapacidad con una sensibilidad y un respeto envidiables", cuenta el director.

Servicios multidisciplinares

En el centro trabajan profesionales especializados en varios ámbitos: atención temprana en audición y lenguaje desde 0 años, pedagogía terapéutica, asistencia en informática e inglés, así como personal formado en sistemas aumentativos y alternativos de comunicación e implantes cocleares.

Según Jordi Iranzo, "el curso que viene va a ser uno de los centros públicos con más porcentaje de clases en inglés". De hecho, asegura, tiene "póker de idiomas". "Aquí los alumnos aprenden castellano, valenciano, inglés y lengua de signos", explica.

Historia del centro

Los orígenes del colegio se remontan al año 1944 cuando la Diputació de València se hizo cargo del Instituto Valenciano de personas sordomudas, institución fundada en 1886 con el fin de rehabilitar y extender la educación a los que sufrían deficiencia auditiva. Desde entonces, la corporación provincial ha venido potenciando las actividades escolares y dotó al centro de los medios personales y materiales necesarios para promover la integración sociolaboral de las personas sordas.

En palabras de la diputada de Bienestar Social y Educación, Mercedes Berenguer, el proyecto que existe en el Luis Fortich es "un claro ejemplo de la idea de que nadie quede en el camino, y una muestra de la apuesta de esta Diputación por la educación inclusiva".