La calle de Palomino amaneció ayer cubiertas de carteles por un robo inhumano. Martin, un residente inglés del barrio, denunciaba que a su novia Laurean le habían usurpado el andador que habitualmente deja en una zona común del edificio, puesto que está enferma de esclerosis múltiple.

Los afectados demandan ayuda a todos los vecinos y transeúntes que paseen por el portal y piden que la gente esté alerta para evitar cualquier otro hurto de estas características. Por su parte, Levante-EMV contribuye con estas líneas.

Según indica el cartel, la propietaria es una chica discapacitada con el pelo de color rojo que suele utilizar una 'scooter' adaptada en los alrededores del distrito de El Carmen. Asimismo, la afectada también realiza paseos con el andador robado por las calles locales de manera asidua ya que es «crucial» para el día a día de Laurean.

«Mi novia sufre de esclerosis múltiple y necesita del andador para realizar los ejercicios terapéuticos que mejoren su enfermedad», explica Martin a Levante-EMV.

Este vecino, originario de Leeds, lleva viviendo un año en València y su pareja lo visita a menudo. «Compré el andador hace seis meses y lo necesito para cuando vuelva a finales de junio», lamenta Martin de un aparato de movilidad cuyo precio es de 200 euros, aunque no cree «que ganen dinero con él».

En este caso, el valor económico es lo de menos para el residente anglosajón. «No entiendo cómo alguien puede robar algo así», denuncia Martin cuyo cartel se pregunta «¿Qué tipo de bastardo sin corazón roba la ayuda ambulante de un señora lisiada?». Desde que reside en València nunca le había ocurrido una situación similar.

A pesar de llevar solo un año viviendo aquí, Martin encuentra un gran apoyo en el vecindario ya que «como Lauren pasea lentamente es facilmente reconocible, todos son muy simpáticos con nosotros y están preocupados».

Ni Martin ni sus vecinos más próximos saben cómo pudo llevarse a cabo el robo. «Siempre cerramos la puerta, nosotros también tenemos objetos de valor en las zonas comunes como bicicletas y no se llevaron nada más», cuenta uno de los vecinos de un portal que solo tiene tres casas, una por piso.

Asimismo la proliferación de pisos turísticos en la zona hace que las sospechas recaiga sobre alguno de estos ocupantes, aunque tanto los vecinos como Martin no lo creen que haya sido así «porque no dejamos entrar a nadie más».

La semifinal de la Champions

La pareja se casará dentro de un año, pero Lauren se trasladará a València de forma definitiva tras el verano. Por su parte, Martin conoció la ciudad gracias a la semifinal de la Champions League que disputaron el Valencia C.F. y el Leeds United en 2001.

«A pesar de que perdimos el partido me enamoré de esta ciudad y venía cada año hasta que decidí mudarme aquí», explica el afectado por el robo que trabaja como profesor de inglés. Si algún lector ve el andador que se ponga en contacto con Levante-EMV.