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La Fuente Luminosa

En la noche del 25 de Julio de 1907 quedó inaugurada una magnífica fuente en el cauce del río Turia, frente al edificio del Temple, con un chorro de agua de más de 60 metros de altura y una taza con un diámetro de 40 metros.

La Fuente Luminosa

Sin lugar a dudas, uno de los festejos que más llamó la atención durante la celebración de la Feria de 1907 fue la Fuente Luminosa que se colocó en el cauce del rio Turia. Ese año se esperaba la visita de la Infanta Isabel y para ello se quiso dotar estos festejos con la espectacularidad de esta fuente que lanzaría un chorro de agua a más de 60 metros de altura. El 3 de julio, el alcalde de la ciudad, José Maestre; el presidente de la Junta de Feria del Ateneo Mercantil, Sr. Jiménez, y el vocal de la misma, Sr. López Montes, salieron hacia Madrid en el tren correo para ultimar la visita de la infanta a Valencia coincidiendo con nuestra Feria y concretar algunos detalles de los festejos, como la colocación de la primera piedra de la nueva estación de la Compañía del Norte aprovechando su visita. A estos se unieron en Madrid el marqués de Cáceres y los senadores Dupuy de Lome y Peris Mencheta.

La Junta de Feria del Ateneo Mercantil designó al artista Cebrián Mezquida para que realizara el boceto para la Fuente Luminosa, adhiriéndose al proyecto la Compañía de Electricidad Lebón y la de Aguas Potables de forma desinteresada.

Los trabajos de acondicionamiento empezaron de inmediato en el cauce del rio frente al edificio del Temple. La gran Fuente Luminosa representaría un enorme peñón cruzado en su cumbre por un carro romano arrastrado por tres caballos y guiados por una apuesta matrona; en su base una gruta con dos entradas adornadas con estalactitas y estalagmitas; la taza de la fuente con un diámetro de 40 metros estaba formada de peñascos, brozas y cañas; frente a la gruta un templo griego derruido con columnas y por el lago una gran serpiente, cocodrilos y otros animales acuáticos; la fuente estaba repleta de surtidores múltiples, variados y en las grutas, cortinas de agua; todo ello con un juego de luces de colores imposibles y con variantes muy sorprendentes.

Para su construcción se estudiaron muchas fuentes luminosas europeas y se compraron en Alemania aparatos de última generación bastantes costosos además de otros construidos para la ocasión.

Llegó el 20 de julio, día de la inauguración de la Feria, y la Fuente Luminosa estaba por terminar. Pequeños detalles que impidieron que ésta se encendiera y sus surtidores echaran agua sin parar. Pero por fin, la noche del día 25 de Julio quedó inaugurada dejando muy satisfechos a todos los que pudieron asistir a este acontecimiento. Diferentes focos proyectaron luces de colores sobre los juegos de agua, algo que sorprendió al público, poco habituado a estos espectáculos. La infanta Isabel pudo contemplar la fuente durante los diez días que permaneció en Valencia, disfrutando de la feria.

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