Uno de los pilares en los que se asentó el Govern de la Nau fue el de la recuperación de espacios públicos de calidad. Es decir, peatonalizaciones y pacificación de entornos altamente dominados por los vehículos. Los tres partidos del ejecutivo municipal coincidían en el objetivo, aunque no tanto en cómo alcanzarlos. En el horizonte la reforma completa de las plazas del Ayuntamiento, la Reina, el Mercat, Brujas, San Agustín y las más importantes de los barrios, como Rojas Clemente (El Botànic) o Arzobispo Olaechea (Sant Marcel·lí). Por una de éstas últimas, la de Rojas Clemente, germina el proyecto de la «ciudad de las plazas», expresión que acuñó el PSPV y que también hacen suya Compromís o València en Comú.

Las obras están en marcha desde hace una semana y media, y en tres meses ha de estar lista una plaza que, además, desterrará el enorme aparcamiento que ocupaba ahora el espacio. Fue una de las principales reivindicaciones vecinales en el proceso participativo que se realizó y en el que hubo más de mil aportaciones. Porque otra de las señas de identidad de este proyecto, que ha diseñado la concejalía de Mobilitat Sostenible y construye la de Desarrollo Urbano, es que nace del consenso y parte de la ciudadanía. Será como los vecinos quisieron que fuera.

El interior de la plaza Rojas Clemente incluirá una zona ajardinada, área de juegos infantiles, instalaciones biosaludables, espacios para el descanso y una zona para realizar actividades al aire libre. Las actuaciones comprenden asimismo la reurbanización del entorno, con nuevas aceras de hasta 4 metros de ancho, con el retranquero de dos solares de la calle Sant Pere Pasqual. También se remodelará un vial al norte de la plaza, que conecta las calles Juan de Mena y Botànic. Se renovará igualmente el pavimento de la calzada en la calle Simón Ortiz, desde Juan de Mena hasta Botànic, y en la conexión de la calle Juan de Mena sur con la plaza Rojas Clemente. «La plaza será un polo de atracción para el mercado y el barrio», aseguró el concejal de Mobilitat Sostenible, Giuseppe Grezzi, que visitó ayer las obras.