El centro de València ofrece a todo aquel que lo visita una oportunidad única de disfrutar de algunos de los espacios más característicos de la ciudad. Ya sea apreciando la arquitectura de algunos edificios emblemáticos como la Catedral o el Palacio del Marqués de Dos Agua, los interiores -catalogados como patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1996- de la Lonja de la Seda o paseando por las especiales calles del barrio del Carme el turista que elige la capital del Turia tiene una larga lista de lugares en los cuales disfrutar de la historia y la cultura valenciana.

En días como estos, en los que la temporada alta vive su mayor esplendor, una figura cobra especial relevancia para los visitantes. Son los guías turísticos, esos profesionales que juegan un papel fundamental en el proceso de descubrir, poco a poco, los secretos que esconde una ciudad como València. Su trabajo resulta esencial para un turista que busca en ellos la visión de un experto en la materia, una opción que en los últimos tiempos está sufriendo una pequeña complicación que se añade a la ampliamente denunciada de los guías ilegales: la de la distancia. Como destacan algunos de los guías, la distancia entre el lugar que está autorizado para que los autobuses pueden dejar a los visitantes y el lugar en el que comienzan algunas de las rutas resulta un poco lejano.

Así lo resalta Elena, una de estas profesionales en la ciudad de València que aprecia que esta distancia en algunos casos puede significar un problema para los turistas. «Si los dejan en las Torres de Serrano y tienen que ir al Mercado Central, por ejemplo, en el caso de que sea un grupo normal no pasa nada, pero si son personas mayores o con diversidad funcional pues tienen que caminar demasiado y es un problema», explica. Por ello, una solución a este problema pasaría por establecer una parada en puntos más cercanos al centro de la ciudad, lo que supondría una mejora en la conexión de estos visitantes que acuden al centro de la ciudad y, por otro lado, un ventaja de comodidad para los turistas con algún tipo de movilidad reducida.

Se solucionan las quejas

Otro de los focos de conflicto que en los últimos tiempos ha experimentado el turismo en la ciudad de València eran las quejas de los comerciantes y compradores del Mercado Central, los cuales veían como los visitantes en muchas ocasiones taponaban las escaleras de acceso o dificultaban la actividad diaria del edificio comercial. Es por ello, que el pasado mes de mayo se ponía en funcionamiento un «protocolo de buenas prácticas» para evitar que estas situaciones continuaran generando desventajas para todos los colectivos implicados.

Este documento fue acordado por el Ayuntamiento de València a través de los concejales de Turismo y Comercio, Sandra Gómez y Carlos Galiana, respectivamente; el presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado Central, Francisco Dasí, y la presidenta de la Asociación de Guías Oficiales de la Comunitat Valenciana, Teresa Blasco. Como principales puntos se encontraba la obligación de que los turistas accedieran al recinto con un guía acreditado por la Agencia Valenciana de Turismo, no bloquear los pasillos al pasear en grupos, no tocar el género de los puestos y solo fotografiar aquellas paradas que indicaran que podía hacerse, para así mejorar la convivencia entre comerciantes, grupos de turistas y compradores.

Ante esa problemática, los guías a los que ha consultado este medio han indicado que las quejas que hasta ahora se producían «se están solucionando» y que se está logrando que «no se generen tantos problemas», algo que «nos beneficia a todos».