«Hay un acontecimiento que me marcó y que supone el inicio de este proyecto: la historia de Aylan, el niño que se ahogó y que apareció en la playa. Desde entonces le he dado muchas vueltas».

Las vueltas se han convertido en falla y esta se dedicará de forma monográfica a la problemática de los refugiados y migrantes. Es el proyecto presentado, aprobado y presentado para la comisión de la Ciudad del Artista Fallero, que contará además, con el respaldo de la ONG Save the Children y el proyecto La Nostra Ciutat el Teu Refugi. Son autores del proyecto, en diseño y realización los artistas Vicente Julián García y José Vicente Vendrell Catalá.

«Es una critica a la sociedad, a los comportamientos y actitudes ante el problema del refugiado y migrantes. Y el proyecto pretende generar un espacio para la critica, y la reflexión sin renunciar a los valores de sátira, critica, creatividad y arte» asegura Vicente Julián García.

Las dos fallas interactuarán entre sí, primando en la grande la seriedad, destacando las miserias de un mundo en el que «estas personas son perseguidas por raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social, opiniones políticas, orientación sexual... a pesar de que la diversidad cultural enriquece a todas las sociedades si sabemos gestionarlo correctamente».

Por contra, la infantil será un canto a la esperanza, con la transmisión de valores. La comisión de Benicalap ya se ha distinguido de forma brillante en los últimos años por plantear fallas con mensajes, formas o texturas diferentes.

Este proyecto es una versión del presentado por ambos artistas para la falla municipal, adjudicada finalmente a José Latorre y Gabriel Sanz e incide en el aspecto social. La falla grande lleva por lema «Llibertat, igualtat i fraternitat» y la «Juguem», que «a través de juegos tradicionales valencianos, mostrará como los niños y niñas son capaces de entablar unas relaciones que parecen imposibles para los adultos».

El proyecto destaca la capacidad de las comisiones de falla para favorecer la conectividad, razón por la que se pretende que este proyecto sea un altavoz potente. «Las Fallas son una herramienta de cohesión social para la sociedad valenciana y se consideran un ejemplo en la tarea de acoger personas de diversas culturas y nacionalidades». Los proyectos estarán acompañados, como suele pasar con las fallas marcadamente tematizadas, por festejos adyacentes en una semana cultural y otras iniciativas.

Las fallas no tienen boceto y, de hecho, lo que se presentará ante la Junta Central Fallera es apenas un esbozo de cartelería. El proyecto investiga no sólo en el fondo, sino en la forma, los materiales de construcción: «Madera, cartón y tejidos de fibras naturales. En la realización de las fallas vamos a recuperar técnicas tradicionales valencianas como es la cestería. Vamos a demostrar que se puede hacer una falla con volúmenes, plasticidad y expresividad».